© MARÍA GARRIDO DE LA CRUZ |
Quien escribe por ese motivo escribe primordialmente para sí
mismo, y para saber más de sí mismo. Decía Cioran que quien
quiera ser aquello que ha venido al mundo a ser, debe hacer el
vacío a su alrededor. Y Pushkin, en un soneto que tengo
enmarcado y colgado en mi estudio, que el poeta debe seguir
su camino “firme, tranquilo e insociable”. Ahora bien, el poeta
no es esencialmente distinto de los demás, y comparte con
ellos los mismos conflictos. Por eso tiene sentido publicar. Y se
convierte en necesario porque todos queremos dejar de
nosotros mismos una definición y un epitafio, y no los hay
mejores que la poesía". Guillermo Carnero, Una poética innecesaria. Fundación Juan March, 2004.