16.8.20

Conclausa

Hace unos meses, en pleno confinamiento por culpa de la atroz pandemia de la covid, Victoria Alzina y Carlos Iglesias, filólogos por la Universidad de Extremadura, tuvieron la feliz idea de editar una antología que recogiera testimonios acerca de ese involuntario encierro que padecimos y, visto lo visto, parece que estemos a punto de volver a soportar. Aquel proyecto es ya realidad y se titula Conclausa. Lo ha publicado la citada universidad y se abre con un texto ("Desde el balcón -prólogo y aplauso-") del principal animador, junto a los editores, del invento: Miguel Ángel Lama, catedrático de la Facultad de Letras cacereña y director, a la sazón, del Departamento de Filología Hispánica y Lingüística General. 
Le sigue una concisa introducción de Alzina e Iglesias que va al meollo del asunto. 
Ya se ve en la imagen que el número de colaboradores es muy amplio. La muestra recoge textos literarios en prosa y verso, ilustraciones, fotografías o dibujos, breves ensayos y, en fin, cuanto cada cual ha considerado el soporte necesario para expresar la desazón y el desconcierto, por resumirlo en apenas dos palabras. 
No quisiera menospreciar el trabajo de nadie, a buen seguro que ninguno desmerece, pero me han llamado la atención la potente foto de Tete Alejandre ("Diálogo") con la que comienza la selección; los siempre personales dibujos de Javier Alcaíns; las viñetas (el cómic) de Julia Lama, tan cercanas a lo que nos importaba hace apenas unos meses; los poemas de Dionisio López (para mí, una agradable sorpresa), Carlos Medrano, Juan Ricardo Montaña (dos raros, en el mejor sentido, en tanto que poetas poco habituales), Emilia Oliva, Antonio Rivero Machina (con un precioso homenaje a Gambardella con La gran belleza al fondo), Ada Salas (excelente "Bosque") y José Antonio Zambrano; los aforismos poéticos de Basilio Sánchez: "De todo lo posible, el poeta ha elegido multiplicar los panes y los peces"); y las prosas de Alonso Guerrero, Pilar Galán e Isidoro Reguera, que no ha perdido la lucidez que le ha caracterizado y que trae aquí los términos "coinmunismo" y "coaislamiento": "Salvarnos juntos, qué remedio, pero no revueltos". 
Me gusta que el texto de uno, "Ya en mayo (apuntes)", que publiqué en este blog, cierre el conjunto y nada menos que al lado de un poema visual de Antonio Gómez: "Nidal". 
Será difícil que olvidemos lo ocurrido. Con todo, tanto para los que lo hemos vivido como para los que, por suerte, no, queda impresa esta huella. Se quiere indeleble.