5.12.22

Sólo


"Un tema más polémico que la ‘ley trans‘ o la ley del ‘solo sí es sí’ es la tilde del adverbio «solo»", le comenta David Mejía al ponderado filólogo Pedro Álvarez de Miranda en la espléndida entrevista que publica The Objective, a lo que el especialista en el siglo XVIII responde: "Pues ahí hay un enorme malentendido. La gente cree que ahora la Academia le ha quitado la tilde a «solo». Y no es verdad, realmente desde 1959 ya dice la Academia en su ortografía que solo se pusiera tilde a «solo» y a los demostrativos en los casos de anfibología, es decir, en los casos en que pudiera haber dos posibles interpretaciones en una frase. Bueno, esto era demasiado sutil y complicado. Entonces las imprentas y los profesores tiraron por la calle de en medio y decidieron que se ponía tilde siempre. Pero eso no lo decía la Academia. Por otro lado, la tilde diacrítica, es decir, la tilde para distinguir, tiene más sentido en los monosílabos, porque uno es tónico y otro es átono. Es decir, «mi» posesivo es átono y «mí» pronombre personal es tónico. Por eso está bien que uno no lleve tilde y el otro sí. En cambio, «solo» es siempre tónico. Por lo tanto, no tiene mucho sentido que le pongamos tilde a uno y al otro no. Pero lo que has aprendido de niño, no te lo quitas. Decía Samuel Gili Gaya que las reformas ortográficas provocaban una o dos generaciones de analfabetos. Es una exageración, pero realmente lo mejor de la ortografía es no tocarla".