6.5.23

De Jordi Doce

La vida es caprichosa por naturaleza. Suele crear encrucijadas donde nos pone a prueba. En una de ellas, y no sencilla, se encuentra Jordi Doce. El hombre y el poeta, si tal distingo es posible. Quiero decir que el primero, por una parte, sufre el angustioso duelo de una pérdida: la de su mujer, la poeta Marta Agudo, muerta en pasado 13 de abril (ah, Eliot), a quien tanto quiso y a la que cuidó durante años con una dedicación digna de elogio; y que el segundo, por la otra, vive el momento dulce de ver reconocida su poesía fuera de nuestras limitadas fronteras patrias. Lo explica muy bien Chus Neira en un reciente artículo de La Nueva España en el que nos cuenta que, tras la traducción al inglés de su libro No estábamos allí (We Were NotThere, trad. Lawrence Schimel, Shearsman, 2019) y de la antología Nothing is lost (trad. Lawrence Schimel, New Publisher, 2021), aparece ahora la de su último libro, Maestro de distancias (Master of Distances) en el mismo sello de Bristol y traducido por Terence Dooley. Libro, por cierto, que ha sido reseñado en The Guardian por Fiona Sampson: "Estos breves poemas en prosa se pueden leer individualmente, como aforismos; y secuencialmente, como un registro de los terrores y la desesperación de acompañar a alguien a través de una enfermedad que amenaza la vida".
Por si eso fuera poco, en Italia ha visto la luz Noi non c’eravamo, en la colección de poesía de Passigli, una "editorial florentina que lleva tres décadas y media publicando la mejor poesía extranjera contemporánea para el público italiano". El prólogo es de Pietro Taravacci, que describe el libro como "el análisis de un camino que tiende a subrayar la imposibilidad de conocer el misterio de la realidad". Por su parte, el traductor, Stefano Pradel, en su epílogo, alude al yo poético de Doce como "un viajar en estado de ensoñación, somnolencia a través del mundo y del lenguaje".
Pero hay más. La editorial Jenior acaba de publicar en Alemania, en edición bilingüe, alemán y español, Wir Waren Nicht da. Su traductor es André Otto, "vinculado al proyecto de la Red Europea de Traductores literarios Castrillo de los Polvazares".
A todo esto habremos de añadir otras traducciones relevantes, recientes también. Al rumano: Nu eram acolo / No estábamos allí (trad. Melania Stancu, Junimea, Rumanía, 2020), y al árabe: Lam nacún hunaq (trad. Samir Moudi, Dar Khotot, Jordania, 2021; Maison de la Poésie, Marruecos, 2022).
Uno se alegra, en fin, de que se reconozca por ahí fuera una de las poéticas más singulares y valientes del panorama lírico español, aunque, como suele ocurrir, con tanta parquedad se celebre dentro. Tuvo uno, ingenuo profesional, un pálpito hace poco: que este año iba a merecer Maestro de distancias (mejor libro del año según El Cultural) el premio de la Crítica. ¡Qué inocente!
No puedo terminar esta crónica sin hacer mención a He extendido mis sueños a tus pies, la antología de poemas del gran poeta irlandés William Butler Yeats que ha publicado con primor Nórdica y que ha ilustrado con sumo gusto Sandra Rilova. Si siempre es un placer regresar a la poesía del genial Yeats, de la mano de Doce la experiencia torna extraordinaria. 
En su faceta de traductor, también espera uno con afán la llegada de Junto al pozo del vivir y el ver, de Charles Reznikoff (Kriller71). En la de editor, ya está a la venta No pudimos ser amables, una extensa antología poética de Bertolt Brecht que publica Galaxia Gutenberg en edición bilingüe que ha vertido al español José Luis Gómez Toré.
Por cierto, el próximo 12 de mayo, de las 16 a las 18 horas y en la salle G. 366 de la Faculté des Lettres de la Universidad de la Sorbona, el poeta participará en una lectura comentada de Lección de permanencia
Va a ser verdad que existe la justicia poética.  

NOTA: La fotografía es de Luis Burgos.