30.11.12

Local

Foto: Andy Solé
















Vuelvo al pueblo. A lo local. Para quejarme en vano de lo mal que ha quedado, a falta de remates, la rotonda que nos han hecho al lado del colegio, en la Avenida de la Salle (una denominación que sigue rechinándome). Desde San Calixto, donde vive mi madre, calle arriba, da un poco de grima ver en perspectiva el adefesio. Una obra innecesaria y poco práctica, según muchos. Descentrada y estrecha, ¿no hubiera sido deseable trazarla ovalada, a lo largo? Como la del puente de Gutiérrez Mellado, en San Lázaro. Por cierto, ¿lo de los azulejos va con segundas? ¿Y lo de los colorines? Pobre general, parece instalado en medio de un cuarto de baño.
Por otro lado, esperemos que al final pueda colocarse en algún sitio la placa dedicada a Marino Barbero. Fui con mi hermano al acto. Las medidas palabras de su viuda fueron ejemplares. Y sensatas y oportunas las del alcalde Pizarro. Quién se extraña de que todos quieran que les case. No faltaron amigos y conté incluso a un par de socialistas allí presentes. Seguimos.