Estas son las palabras que Florentino Rodríguez Oliva, profesor jubilado y cronista oficial de la villa de Malpartida de Plasencia, leyó en la presentación de mi encuentro con los lectores chinatos que tuvo lugar el pasado 25 de octubre en la Casa de Cultura José Canelo.
Ilustrísimas autoridades,
amigos todos que nos acompañáis, buenas noches y muchas gracias por compartir
unos momentos dedicados a la creación literaria, a la palabra poética, a los
contenidos estéticos y culturales. Es decir, todo lo que actualiza, enriquecido,
la presencia del escritor Álvaro Valverde entre los chinatos; un placentino de
pro y cada vez más universal en el mundo de las letras, muy cercano a nosotros
no solo en lo geográfico, y a quien damos la bienvenida y recibimos con
gratitud y satisfacción. Es un honor, pues, y una gran suerte que Álvaro haya
aceptado venir a este Encuentro con los Escritores, promovido desde la
Biblioteca José Canelo y el Club de Lectura, con el patrocinio del Ayuntamiento
de Malpartida, y que se incluye en el Otoño Cultural chinato.
La presentación de Álvaro
Valverde ante un público heterogéneo, aunque inquieto e interesado ante el
hecho cultural, entraña ciertas dificultades para quien ha de hacerla, pues tan
extenso currículum y tan reconocidos méritos desbordan los límites de cualquier
pretendida síntesis. Bien es cierto que en este caso al presentador le
apetecería leerles poemas del excelente poeta que tengo a mi lado. Pero no
puedo invadir ese terreno, pues es su voz la que hemos venido a escuchar, es él
quien nos acercará a sus creaciones, a su literatura, a su concepción de la
poesía, a su visión del mundo (interior y exterior) plasmada en los textos, en
los poemas que llenan un buen número de libros publicados.
Si algo caracteriza a Álvaro
Valverde, ello es su intensa actividad como escritor, la capacidad y el tesón
en el trabajo creativo y en el de crítico literario, unidas a su voracidad
lectora. En efecto, a más de la profesión docente (lleva ejerciendo ya muchos
años como maestro), que de por sí es absorbente y exige mucha entrega, Álvaro
se multiplica y estira el tiempo, su tiempo vital, llenándolo de contenido,
que, al igual que el fruto docente dedicado a los alumnos, nos entrega a los
lectores en forma de textos, y no exclusivamente poéticos, aunque sea en este
género, el de la lírica, donde hoy nos centramos y del que él nos va a regalar
una buena muestra enseguida.
Aparte sus características
personales (la bonhomía y la sencillez de un hombre discreto que vive de una
manera más bien callada y humilde, como sin querer molestar ni llamar la
atención, en el ámbito familiar y en el espacio natural de los lugares físicos
donde transcurre su existencia; pero también en esos espacios o “territorios”
interiores de su creación), Álvaro Valverde es el inquieto agente impulsor de las
letras y de la cultura desde distintos medios: la charla, la lectura de poemas
en centros educativos, en encuentros como el de esta noche, en mesas redondas,
en presentaciones de libros, en aulas y talleres literarios, etc. El Plan
Regional de Fomento de la Lectura en Extremadura (en que se integra el club de
lectura de Malpartida) se lo debemos a iniciativa de Álvaro Valverde, quien
también fue director de la Editora Regional, presidente de la Asociación de
Escritores Extremeños, fundador del Aula Literaria “José Antonio Gabriel y
Galán” de Plasencia. Colaborador de los diarios ABC, HOY, revistas y
suplementos literarios de gran prestigio (y en algunas de las cuales fue
cofundador junto a otros escritores): Espacio Escrito, Literaturas
Ibéricas Suroeste, Turia, Clarín, Cuadernos
Hispanoamericanos… Y en la actualidad, es crítico de poesía en el
suplemento El Cultural, del diario El Mundo.
El poeta Álvaro Valverde,
cuyas primeras publicaciones datan de los primeros y mediados ochenta, está
incluido en las antologías poéticas más representativas de la poesía española
contemporánea, coetánea a nosotros, ya que debe señalarse que nuestras
generaciones han conocido el nacer para la poesía, el crecimiento en ella y la
consolidación en la misma del escritor que nos acompaña esta noche. Acerca de
su producción, se ha publicado una abundante bibliografía (reseñas, artículos,
críticas de libros, entrevistas, ensayos, blogs, páginas web) de reconocidos
expertos en la materia, tanto en España como en el extranjero. No debe
olvidarse que sus poemas han sido traducidos a varios idiomas (inglés, francés,
alemán, portugués, italiano, neerlandés y polaco) y un buen número de ellos
están incluidos en antologías de esas lenguas.
Los poemarios de Álvaro
Valverde, a más de los que figuran en ediciones de nuestra tierra (Alcazaba,
Editora Regional de Extremadura, De la Luna Libros), han sido publicados en
editoriales de renombre y prestigiosas como Visor, Hiperión y Tusquets
Editores. De entre los títulos, sin agotarlos, podemos citar algunos como
Territorio (1985), Las
aguas detenidas (1989), Una oculta razón (Premio
Loewe 1991), Mecánica Terrestre (2002), Desde fuera (2008), Plasencias (2013), Más
allá, Tánger, El cuarto del siroco (Premio Nacional
Meléndez Valdés 2018).
(Sus obras en prosa: Las
murallas del mundo (novela, 2000), Alguien que no existe (novela,
2005), El lector invisibe (artículos, 2001), Lejos de
aquí (viajes, 2004)
Llegados aquí, y según vamos
de tiempo, no debo ni podría abarcar la tarea de señalar, ejemplificando con
textos, los rasgos peculiares de la poesía de Álvaro Valverde. Él lo hará mejor
que yo, y estoy seguro de que la selección de poemas que nos lea y los
comentarios acerca de la creación artística mediante la palabra satisfarán
nuestra curiosidad y deseos de conocer mejor cómo piensa, cómo escribe y cómo
nos llega la realidad a través de su visión personal, de su poesía. No
obstante, algún apunte sí me voy a permitir. Para ello recurriré a lectores
privilegiados (otros escritores y críticos) y al propio poeta, más alguna
sucinta aportación personal, que hubiera deseado más amplia como ya he
manifestado.
La poesía de Álvaro Valverde
se nutre de un espacio-territorio natural-geográfico que él transita en sus
composiciones, a pesar de que le puedan tachar de “poeta agropecuario”:
árboles, pájaros, río, naturaleza…, es decir, el entorno donde ha nacido y en
el que reside desde siempre. Pero esa realidad se transforma en un
espacio-territorio íntimo, el cual, mediante el lenguaje, se convierte en
refugio del sujeto lírico, el yo. Y es que lenguaje (el poema), realidad
(territorio) y sujeto (yo) constituyen, como señalaba hace años Gonzalo Hidalgo
Bayal, amigo del poeta y buen conocedor de su obra, los tres vértices de la
poesía de Álvaro. El autor de La escapada, con una aguda
intuición y acertado pronóstico, elegía el verso final de un poema sin título
(“Hojas de acanto y rosas…”) que iba a marcar la trayectoria posterior del
poeta, un verso que se convertía en síntesis de su pensamiento poético y de su
compromiso literario: Hagamos de este lugar un territorio. Unos
años después, con motivo de una antología de la generación de los 80, Álvaro
Valverde, en una especie de manifiesto fundacional, reconocería el carácter
axial de este verso en la concepción y desarrollo de su obra poética. Muy
significativo de lo que decimos es el poema “Territorio del nómada”, incluido
en el libro Ensayando círculos (1995).
Una
obra reflexiva, meditativa, cuyo contenido se centra en la existencia del
hombre, en su capacidad para transformar y transformarse, en la que se funden
lo cotidiano, lo que acontece a su alrededor, lo asimilado de los libros, la
fugacidad de la vida, el amor, la muerte… Es decir, una vez más, los universales
del sentimiento… Y el hombre, centro del universo. La fusión se lleva a cabo
mediante un lenguaje cuidadísimo, de palabra precisa, austero, sin
ornamentaciones superfluas, reflejo de la mirada de Valverde a la naturaleza,
esencial en su obra. Poesía también, como él confiesa, concisa. Poesía como
resistencia ante un mundo de prisas, de banalidades, de consumo, de agresión
constante y temeraria a la salud del planeta… Una poesía, como la de El
cuarto del siroco (2018), su último libro publicado, que se convierte
en “refugio perfecto contra la adversidad”. Un poemario, como otros más de
nuestro poeta de hoy, que ha motivado la admiración y encendidos elogios de
escritores y críticos, con unanimidad a la hora de señalar sus valores
literarios, su calidad, la madurez del autor, el firme pulso con que discurre
su trayectoria creadora y la excelencia artística de sus versos. Como escribe
José Antonio Santano (Todo Literatura, 13-2-2019): “Un libro que nos devuelve
la esperanza y la creencia en la poesía, en la más grande poesía actual
española, cual es la que representa Álvaro Valverde”. Me parecen acertadas
palabras que podrían hacerse extensivas para gran parte de la poesía de Álvaro,
y muy pertinentes para cerrar esta presentación. Por eso termino y cedo la palabra
al poeta, pues él y sus versos deben ser los protagonistas esta noche.
Muchas gracias.