30.11.08
Con Agustín
29.11.08
Ángel, por Aníbal Lozano
Ángel Campos Pámpano
Por Aníbal Lozano
(El Adelanto, Salamanca, 28 de noviembre de 2008)
Carta de Salamanca
28.11.08
Un poema de Riechmann
Ángel Campos Pámpano in memoriam (1957-2008)
1
Luna portuguesa,
poeta muerto.
Intraducibles
los dos fulgores
2
Conmemorabas
que a menudo un poema
nos enseña a caer
3
Puente final: morir.
Dejas de traducirte,
dejas de traducir
27 de noviembre de 2008
27.11.08
Ángel en el obituario de El País
26.11.08
Carta de San Vicente
Nos hemos quedado a comer en el pueblo. Los cuatro citados al principio y Malama. Nos ha dado tiempo de reír y de llorar (de nuevo) y de recordar a Angelito pidiendo de postre natillas. Cuando él vivía, las pedía por ti. ¡Para mí, natillas!, gritaba. Y para nosotros, como tu inolvidable dulzura, amigo.
Ángel, artículo de El Periódico
Álvaro Valverde
Aquí.
Necrológica de Ángel en ABC
Ángel Campos: una voz extremeña y universal
Álvaro Valverde
Como pasó con Dulce Chacón, para el poeta Ángel Campos Pámpano no ha servido el eufemismo “larga enfermedad”. En un suspiro se nos ha ido, sin tiempo siquiera de que nos hiciéramos a la terrible idea de que sería para siempre. Ayer fallecía en Badajoz al no poder superar una delicada intervención quirúrgica.
El poeta había nacido en San Vicente de Alcántara en 1957. Se licenció en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca y muy pronto, a su vuelta a Extremadura, empezó una intensa carrera como profesor de Lengua y Literatura en distintos institutos de enseñanza media de la región. Era, me consta un profesor vocacional, algo de lo que pueden dar fe quienes tuvieron la suerte de ser sus alumnos.
Acababa de regresar de Lisboa, donde había ejercido durante ocho años en el Instituto Español Giner de los Ríos.
Muy pronto también, inició otra carrera, la literaria, que en él tuvo dos vertientes fundamentales. De una parte, la poética. La que más quería. Con la desazón propia de quien se sabe seriamente enfermo, ha llegado a tiempo de ver publicada su poesía reunida. La ha editado Calambur bajo el título La vida de otro modo y lleva un lúcido prólogo del profesor Miguel Ángel Lama. Un libro de libros que es, en fin, su único libro; el que formado, entre otros, por los poemas de La ciudad blanca (1988), Siquiera este refugio (1993), La voz en espiral (1998) y La semilla en la nieve (2004), por el que recibió el premio Extremadura a la Creación.
Fue incluido, entre otras, en las antologías Las ínsulas extrañas. Antología de poesía en lengua española (1950-2000) y Campo Abierto (Antología del poema en prosa en España).
Firmamos juntos otra antología, Abierto al aire. Antología consultada poetas extremeños (1971-1984) y fue el responsable de una más, Los nombres del mar. Poesía portuguesa 1974-1984, ambas de 1985.
Conviene resaltar sus numerosos libros de autor con artistas extremeños como Javier Fernández de Molina, Antonio Covarsí y Luis Costillo.
De otra, está su labor como traductor. Ángel ha sido, me atrevería a decir, el mayor y mejor introductor de la poesía portuguesa contemporánea en España. Por ello tenía que recibir el próximo jueves en la ciudad lusa de Guarda el IV premio Eduardo Lourenço “destinado a distinguir personalidades o instituciones de lengua portuguesa o española que hayan demostrado una intervención relevante e innovadora en la cooperación transfronteriza y en la promoción de la identidad de la cultura de las comunidades ibéricas”.
Ha traducido, entre otros, libros de Eugénio de Andrade, Fernando Pessoa, Carlos de Oliveira (sobre su obra realizaba la tesis doctoral), Antonio Ramos Rosa, Al Berto, José Saramago y Sofia de Melo Breyner Andresen. En 2006 le fue concedido el premio de traducción Giovanni Pontiero por la edición, precisamente, de una antología de la poetisa portuguesa: Nocturno mediodía (1944-2001).
No fue Ángel, con todo, un escritor encerrado en torre alguna, ni siquiera la de su casa de campo en La Raya, en Jola, cerca de La Codosera, donde, por cierto, ya nunca podré verlo. Al revés, consciente, como otros, de que en Extremadura, la tierra que eligió para vivir, estaba casi todo por hacer, se convirtió desde principio de los ochenta en un agitador cultural de primer orden. Desde la Asociación de Escritores Extremeños, por ejemplo, de la que fue presidente. Fundó las Aulas Literarias. La primera en Badajoz, “Enrique Díez-Canedo”, por la que han pasado los mejores poetas vivos de la literatura española de fin de siglo.
Bajo su mandato nacieron también los Talleres de Relato y Poesía, en torno a una idea del que fuera su amigo, el editor Fernando Pérez González.
O creando, junto a Diego Doncel y a uno mismo, la primera revista literaria en dos lenguas, el castellano y el portugués, Espacio/Espaço escrito y animando otra, Falar/Hablar de poesía.
En 1994, creo, junto a Pedro Almoril y Manuel Vicente González, Ediciones del Oeste, una de las escasas editoriales privadas extremeñas. En ella publicó alguna de sus primeras obras Gonzalo Hidalgo Bayal, otro de sus mejores amigos.
La poesía, la española y la portuguesa, pierde a un hombre fundamental. Extremadura, a uno de los mejores, cuando más lo volvíamos a necesitar. Lo peor, sin embargo, es para Ángela y para Paula que han perdido, qué desgracia, a su padre.
25.11.08
24.11.08
Elizabeth Bishop
Premios y más
Tres artículos...
23.11.08
Excelentes... de fuera
Se dirá que habíamos dejado claro -yo el primero- que lo del "dentro" y el "fuera" era una trampa. Sí, es verdad, pero sólo hasta cierto punto. La idea que se traslada, muy peligrosa, es de que sólo "fuera" se puede conseguir el éxito. ¿A quién le extraña entonces que los jóvenes se vayan? Vamos a tener que aplicar también aquí lo de las cuotas. Quiero decir que lo que ha hecho -lo que hemos hecho, mejor- la generación que ha crecido arística o literariamente con el Estatuto de Autonomía a lo largo de los últimos, celebrados 25 años es algo más que limitarse a escribir libros o a pintar cuadros. Y ese trabajo añadido se ha realizado "desde dentro"; en lo literario, a través de múltiples iniciativas culturales, de las Aulas Literarias a los Talleres de Relato y Poesía pasando por los Clubes de Lectura y las lecturas en centros educativos y bibliotecas de toda la región gracias a los planes de fomento de la lectura de distintas instituciones, públicas y privadas. Es un agravio llamativo, y un pelín impertinente, el que se ejerce contra quienes con el mismo "reconocimiento nacional" son sistemáticamente silenciados a favor de escritores y artistas a los que, por cierto, no siempre cuadra, si nos ponemos rigurosos, el adjetivo "extremeños". ¿No merecen Gonzalo Hidalgo Bayal, Julián Rodríguez o Eugenio Fuentes la misma consideración? Me temo que son los mismos complejos que se denuncian los que obligan a nuestros políticos y periodistas a caer sistemáticamente en el mismo, desinformado error.
Un caso: el de Ángel Campos Pámpano. El próximo jueves, en presencia del Presidente de la Republica, le entregan en Guarda el Premio Eduardo Lourenço por su larga y excelente tarea de traductor de poesía portuguesa al español. No podrá recoger personalmente el galardón por razones de salud, pero no por eso dejará de representar la excelencia de esta región y de sus letras. Alguien que viene siendo, además, un agitador cultural de primer orden y un poeta también excelente, lo que se aprecia a la legua al leer su poesía completa, recién publicada por Calambur.
21.11.08
Realidades de la realidad
Esto es lo que merece la pena traer a la ciudad (lo que se reforzará, supongo, cuando la Caja tenga su propia sala de exposiciones en las Carmelitas) y no tanta nadería como se cuelga, sobre todo, en las dependencias municipales. Y todo, como siempre, por falta de criterio, algo que perjudica a los pintores que de verdad lo son cuando se los mezcla con los aficionados que son sólo eso. Pero eso, verdad Laura, pasa con todo.
Libros, libros, libros
Otras tres se vieron beneficiadas con Ayudas a la Edición de la Junta. Así, un nuevo libro de poemas de José Luis García Martín, Légamo (Pre-Textos), que ya leo con la debida pasión; Fragmentos de cal (El Gaviero), de Juan Manuel Barrado, que a uno le ha traído el regusto de la poesía del poeta al que está dedicado, Felipe Núñez, dicho esto en el mejor sentido, y, por fin, Algo de nadie, ópera prima de un jovencísimo poeta de Badajoz, para mí deconocido, llamado Luis Darío (Pre-Textos).
20.11.08
Barrendero
¿Aterra al barrendero
la razón última de sus escobajos?
No.
Barre.
Periférica
Aquí, como siempre, ha sido tratada con las debidas reticencias. Incluso, por parte de algunos, con el consabido desprecio. La ignorancia, ya se sabe. Sí, pero ahora toca celebrar el premio y olvidar esas miserias. Tal vez otro día lo cuente.
Enhorabuena, Julián.
Desde Cracovia
19.11.08
Poesía y periódicos
Aquí, se me hace inevitable la referencia, los nuevos responsables de la cosa dejaron por el camino aquella buena idea de "Un libro, un euro". Nunca antes habían llegado los libros tan lejos pero...
18.11.08
En el programa de la Gemio
Revistas de aquí
¿Estos son los síntomas del presunto "auge"? La comparación con Andalucía, sin ir más lejos, ...
Lo del Centro de Estudios Lusitanos, una promesa presidencial, y las relaciones de la región con Portugal (tan modélicas hasta ahora) son parte de otra historia. Vamos, la que al autor del artículo quizá más le interese. Lo de las revista parece un mero pretexto.
17.11.08
GHB en Canal Andalucía
Humet
Sueño
16.11.08
Relatos relámpago
Alborayque
Simón Viola se ocupa de la narrativa y, como suele, acierta en el panorama. Otro tanto ocurre con el que analiza, en torno al teatro, el bien informado profesor Torres Nebrera. No puede decirse lo mismo, según costumbre también, con la cosa sobre el ensayo. Por seguir con el infantil juego del ninguneo, silenciaré al artífice.
Ya conocía el extenso y bien intencionado discurso de Joaquín González Manzanares sobre la "industria libresca extremeña" por más que, como sostiene el profesor Lama, el término sea equívoco. ¡Qué más quisiéramos!
Rematan el tocho los artículos de Ana Teresa García sobre el sistema bibliotecario, de José Luis Bernal sobre "La Universidad de las Letras" (a propósito del papel capital de la Uex en este proceso) y de Juan García Pérez sobre la Extremadura de la transición.
Capítulo aparte merecen las ilustraciones. Las fotográficas, preciso. Las del iluminador Javier Alcaíns son muy bonitas. Por aquello de que no hay dos sin tres, alguno vuelve a colarse de rondón en la orla. Sin porqué. Otros, claro, no pasan el corte de la censura. Pequeñas miserias de la provincia, of course.
15.11.08
Gonzalo en Babelia
(Cristobal Manuel. El País)
Confieso que que no he podido evitar un "¡joder!"-en voz baja, aquí todos duermen- al ver la foto de Gonzalo en Babelia, la que ilustra -a eso fui un segundo después- la entrevista que le hace Ángel S. Harguindey. Me alegro de este tardío reconocimiento. También por las "editoriales extremeñas" que publicaron los primeros libros, del "descubrimiento literario del año".
14.11.08
13.11.08
Ibarra
Las fotografías de Ibarra (no las Montoya) son bonitas, sobre todo las de su infancia y juventud, y están bien elegidas. Salvo la última, donde aparece (de lo más pop) flanqueado por un personajillo de esos que el fotógrafo Ismael Rozalén calificó en su día de colocadores (siempre salen con el cuello estirado en las instantáneas), y una señora...
El libro promete. El relato de sus primeros años de vida en el barrio de los Ferroviarios de Mérida es memorable. Bueno, y antes, la desternillante narración de su inoportuno infarto. Genio y figura. Ah, y está bien escrito. Puede que vuelva a comentar algo de él aquí.
12.11.08
GHB lee "Desde fuera"
11.11.08
Jordi Doce en la March
"Desde fuera" y lo portugués
10.11.08
9.11.08
José María Valverde
7.11.08
La roca, de Wallace Stevens
Uno vislumbra -me temo que sólo eso- la inmensa categoría del poeta que la escribió. Tiene la certeza de que pocas veces la poesía ha llegado tan alto. O tan hondo.
Jaime Siles y Ángel Rupérez, en ABCD y Babelia, lo han analizado muy bien.
Vuelvo a leer "El río de ríos en Connecticut", pongo por caso, y no puedo por menos que sentir me bien por ser lector de poesía. Por haber hecho de la poesía uno de los centros de mi vida. El que irradia al resto. Pura roca.
5.11.08
Moga lee "Desde fuera"
Mi primo Mon también me avisa desde Córdoba. Así da gusto.
Ruido
Obama
3.11.08
Aramburu lee "Desde fuera"
Nacen los libros de poemas de Álvaro Valverde de una larga y honesta artesanía que casi no se nota. Resulta de ella una sencillez aparente que el lector recibe en moldes métricos irregulares, con un sustento rítmico generalmente endecasilábico, al cual se agrega en Desde fuera una sección, peculiar en el conjunto de la obra de Álvaro Valverde, de instantáneas poéticas escritas en arte menor e inspiradas, según lo declara una nota pertinente, en cuadros del pintor Godofredo Ortega Muñoz. Tras la tersura verbal de sus composiciones se esconde con frecuencia una rica variedad de matices significativos, de sutilidades sonoras, de finezas de toda índole que a menudo no se dejan desvelar sino mediante la repetición de la lectura. No nos parece la de Álvaro Valverde una poesía urdida para suscitar admiración por las habilidades y audacias del estilo, al modo del gusto barroco. Otra cosa, acaso más profunda para quienes no descartan de antemano que cierta suma de palabras bien compuestas contenga, además de sonidos, algún mensaje, prevalece en ella: la estrecha y afable comunicación con el posible lector, comunicación de un alto valor confidencial, de una naturalidad austera y de una belleza expresiva que no olvida descansar en la emoción.
Añadiendo algunas novedades relativas a los asuntos tratados, Desde fuera prolonga el complejo ejercicio de meditación que ya encontrábamos en títulos anteriores de Álvaro Valverde. Lo hace en secciones de tonos heterogéneos, lo cual importa poco en un arte que no tiene por qué sustentarse en simetrías; que, antes bien, halla por decisión del escritor su fundamento estético en la voz confesional, en las palabras privadas de un hombre que siente, que recuerda, que cavila, que hace en suma poemas con esas cosas no particularmente espectaculares ni solemnes (residuos las llama él) que la vida nos pone delante y luego nos quita sin dar explicaciones.
Tema frecuente en Desde fuera es el otoño de la existencia, abordado con serena lucidez. Predomina en los versos de Álvaro Valverde un tono de elegía a media voz. El poeta constata sin patetismo, sin desgarro, la caducidad natural de la existencia y celebra la vida desde la certeza de que eso, la vida, es todo cuanto hay. La poesía no nos proporciona el absoluto, pero rescata ciertos dones para el arte de la palabra (un espacio determinado, la mirada fugaz de una mujer hermosa en un tren paralelo, una escena pintada, un membrillo) depositarios de belleza y sabiduría. Y de tal modo, con breves y cotidianas esperanzas, y con saludable aceptación, el poeta pone por obra, sin quejumbre, sin ruido trágico, su ejercicio particular de dignificación de la vida.
El carácter reflexivo de la poesía de Álvaro Valverde no contradice el hecho de que en ella los elementos visuales tienen una relevancia primordial. Dicha dualidad contribuye a preservarla del exceso de abstracción. El poeta visita lugares y acompaña con pensamientos sus observaciones. No es, por lo demás, la de Álvaro Valverde poesía de un paisaje constante, a la manera de Antonio Machado, sino de muchos y distintos entre sí, lo mismo urbanos que rurales, próximos que lejanos, elegidos por el poeta de acuerdo con la movilidad y el gusto por conocer mundo de los hombres modernos, lo cual no excluye, ni tenía por qué, la elección ocasional de lugares de su región natal. Yuste, por ejemplo, acaso uno de sus predilectos, paradigma de espacio idóneo para el recogimiento tanto como para el juicio clarividente de quien no considera la vida terrena un estado provisional del ser.
Con frecuencia en los lugares que los sucesivos poemas convocan habitan figuras humanas. La evocación del padre fallecido suscita una serie de cuatro piezas elegíacas, en las cuales el lector hallará, acotada dentro de los límites de la contención y la seriedad, los poemas más sentidos y tal vez los más intensos del libro. Otras veces los versos dibujan un episodio protagonizado por algún señalado escritor: Ganivet en vísperas de arrojarse al río, Borges fotografiado, Stevenson que sueña con ver faros desde el mar, Lampedura, Andrade y tantos otros de quienes la inventiva del poeta se sirve para tender sobre la realidad concreta una mirada con ojos distintos de los suyos y, como si dijéramos, desde fuera de sí mismo, conforme a aquella certidumbre que Álvaro Valverde dejó escrita en Ensayando círculos (1995) y que entraña a un tiempo una declaración de fe en la poesía y de fe en el hombre: “Toda verdad, me dije, es un diálogo”.
Fernando Aramburu
Publicado en Territorios, de El Correo (1/11/2008), y en Trazos, de Hoy(2/11/2008)
2.11.08
Juan Domingo
Una de las frustraciones de mi breve trabajo como editor ha sido no poder publicar el primer libro del de Ibahernando. Pude hacerlo con su compañero de periódico, Alonso de la Torre, pero con él... Bastaría con reunir sus entrevistas con escritores, por ejemplo, o las columnas de estos últimos años. Llegará.
Menos mal que no nos deja del todo. Quiero decir que anuncia una nueva sección para los viernes, "Ruta abierta". Gracias, maestro.
1.11.08
Respuesta
Lo del nombramiento me lo dijo él, que para eso es amigo mío. Le di la enhorabuena, todos mis ánimos pero también le advertí -vengo de ahí, le tengo afecto- que tuviera cuidado. Mucho cuidado. Y santa paciencia, cómo no. Eso es la Junta.
La elección es acertada. La nota de prensa, ridícula. Da cuenta de la escasa importancia que en esa Consejería se le da al Plan y a quien lo va a coordinar. De la que se da, en general, a todo lo que tiene que ver con los libros y la lectura. Su lema: "¡Con la música a otra parte!".