30.5.08

Doce de Gloria

Julio Martínez Mesanza reúne doce poemas de su próximo libro, Gloria. En la entradilla, escribe: En alguna página del Zibaldone, Leopardi dice que el poeta viejo se adapta mejor a la poesía de imaginación que a la de sentimiento propio. Según eso, no sé si debo sentirme menos viejo de lo que soy, porque, de unos años a esta parte, imagino menos y siento más.

28.5.08

Hornachos

Ayer por la tarde atravesé Extremadura de norte a sur para asistir a la presentación de un nuevo libro de la Editora, los Manuscritos árabes, que se encontraron en esa localidad de forma semejante a la biblioteca de Barcarrota: emparedados por un más que probable temor al tribunal de la Inquisición de la no muy lejana Llerena. Fue un viaje relámpago. Por la rapidez -se da por descontado tratándose de mí- y por los cielos de tormenta que me acompañaron, tanto al bajar como al subir. Por cierto, inolvidables las nubes del anochecer (y eso que eran más de las diez) sobre el Puerto de los Castaños, tan amenazantes como hermosas. Y ya que menciono esa palabra, ¡qué precioso es Hornachos! Sé que Aramburu podrá perdonarme el exceso y los consiguientes signos de admiración. Como la primera vez que estuve allí -hace ahora cuatro años, en un Foro Ibn Arabí- uno se dijo: me quedaría a vivir aquí. Imaginando, ah iluso, que en ese lugar sería posible esa vida más alta a la que, sin querer, se aspira. Que conste que no me importaría. Por soñar que no quede.
Fue un placer, en fin, pegarse otra paliza de coche (y más con esta espalda que uno padece) y saludar a los amigos de Tánger y Rabat y, cómo no, escuchar al jovencísimo alcalde (que no lo parece cuando se expresa con la debida soltura) y a Justo Vila (un cómplice necesario en esa aventura) y a las profesoras de la UEX (otra vez tiramos, por suerte, para casa), María de los Ángeles Pérez y María José Rebollo, que han cuidado la introducción, las notas y la traducción de una de las piezas, el devocionario; que también es, o lo parece, un libro de magia.

Una conversación

El poeta portugués Ruy Ventura entrevista a Antonio Sáez, reciente premio Giovanni Pontiero.

26.5.08

Vicente

Mis visitas a Cáceres -veloces, fugaces- ya no son lo mismo desde que la librería Vicente cerrara su local de la Plaza Mayor. No había excusa, entre reunión y viaje, para dar una vuelta por los soportales y ojear los estantes con libros que alegraban esa zona y le daban ese aire culto al que la ciudad aspira. Poco impotaba el frío o el calor, cuando no el viento, que allí suele soplar con fuerza. Cuando trabajaba en San Jorge, rara era la mañana que, en vez de café, no me tomaba una de libros. Le decía hace poco a Manuel Borrás que allí solía surtirme de sus pre-textos y él me confesaba que también era asiduo y los dos lamentamos la pérdida.
Sí, en Pintores sigue abierta una librería de la misma familia y del mismo nombre. Pero, ay, no es lo mismo.

25.5.08

Precisión

"Si la claridad es la cortesía de los filósofos, la precisión es la de los poetas". José Luis García Martín.

24.5.08

Thoreau

"Lo mejor que escribamos será lo mejor que seamos", dejó dicho H. D. Thoreau. Pre-Textos publica un libro curioso, Escribir, una antología de reflexiones en torno a este asunto sacadas, en su mayor parte, de su monumental Diario. No pude con Walden pero no dejo de subrayar frases de este libro.

23.5.08

Reincidente

Ya estoy tranquilo: J. A. Ramírez Lozano acaba de ganar otro premio, el Flor de Jara, de la Diputación de Cáceres. El jurado estaba presidido por Antonio Gamoneda y el libro se titula Caliche. De lo dicho, nada. O muy poco.

22.5.08

Campo de amapolas blancas

Relee uno Campo de amapolas blancas, de Gonzalo Hidalgo Bayal y, por una vez, no puede recurrir al socorrido aforismo de JR, aquél de que "en edición diferente, los libros dicen cosas distintas", que tanto le gusta recordar a Trapiello. La primera edición de esta novela corta era (es) tan hermosa (o más) que la flamante de Tusquets que vuelve a recuperar un clásico de GHB, un gesto (literarios) que les honra. Lo que sí admito es que la lectura ha sido otra. Cada relectura lo es. Uno es ahora más mayor y disfruta con más intensidad de esta prosa incomparable (y no aludo al tópico) y sufre también más por el trasunto del relato, al hilo del lema de H, que el personaje toma de Camus (de su Calígula): "los hombres mueren y no son felices".
Sin haber salido (casi) nunca de Murania, vuelve uno a vislumbrar, a orillas del río Murtes, la ciudad de su infancia. La de la juventud perdida de H y sus amigos. La inolvidable de Gonzalo.

De "Cartas al director"

Salvar la Isla
Cuando se hizo público el Proyecto de Reforma del Parque de La Isla, con la decisión de pavimentar el paseo central, se produjo la reacción de la mayoría de los usuarios del Parque. Ante esto, la Corporación dio marcha atrás y declaró que no había nada decidido, que se pondría pavimento blando, etc. Ahora que la obra está en plena ejecución es cuando se demuestra el verdadero talante de los que nos gobiernan. Desde el primer momento tenían la decisión tomada, pero prefirieron dilatar el problema para no enfrentarse a una realidad que ahora les estalla en la cara. Han sido incapaces de consensuar un diseño de parque que lleva siglos con el señuelo de 'parque urbano', cuando es el reconocimiento implícito de una auténtica tropelía. Espero que esto no quede impune. Por mi parte impulsaré, apoyaré y secundaré cuantas acciones conduzcan a evitar este atropello y animo a quienes piensan en esta línea a movilizarse. Estamos a tiempo.

20.5.08

Cultivos

Ayer, del tirón, leí el nuevo libro de Julián Rodríguez. Bueno, paré al llegar a las páginas finales, las que dedica a sus últimas horas con Fernando Pérez; el emotivo pero necesario relato que ya leyera en Badajoz, en el homenaje al "entonces" director de la Editora. Lo he vuelto a leer esta mañana, cuando amanecía.
Ya he confesado mi debilidad literaria (también personal) por Julián Rodríguez. No oculto, con todo, que mi predilección se centra en el ciclo Piezas de resistencia, del que Cultivos es la segunda entrega, tras Unas vacaciones baratas en la miseria de los demás. No me ha decepcionado, al revés, este "volumen de memorias, un diario, un cuaderno de notas" que es, sobre todo, a pesar de su poesía, una novela. Y un ensayo, puedo añadir. ¡Quién dijo géneros!
No cabe duda de que mi condición de extremeño ha ayudado. O, mejor, que ese azar hace que mi lectura sea distinta, supongo, a la de un catalán (valga el tópico) o un murciano (otro). Más aún si tengo en cuenta que mi procedencia, al contrario que la suya, no es rural. Para mi desgracia, nunca he tenido un pueblo; ni un Ceclavín ni un Las Mestas. Lo importante es que la pregunta de Fernando: "¿quién escribirá esta región, esta tierra?", queda contestada. Es sólo una respuesta, sí, pero sustancial a mi modo de ver. Más con la que está cayendo.
Volveré sobre el libro, claro. Para cultivarme. Falta nos hace.

Sí y no

No es noticia, sin duda, que mi paisano José Antonio Ramírez Lozano publique una nueva novela, La oca de oro. Sí lo es, y mucho, que lo haga sin el aval de un premio. Sale, además, en una pequeña editorial de las buenas: Menoscuarto.

18.5.08

Los peces de la amargura

Ya sé que no le importa, pero no me cae demasiado bien Arturo Pérez Reverte. Hoy, mejor. Por el artículo que le dedica en El Semanal a Los peces de la amargura, de Fernando Aramburu. Es de justicia. Por lo bien escrito que está, sobre todo. Por el vil asesinato de Juan Manuel Piñuel, además.

Un poema de John Clare

AMOR Y SOLEDAD

Odio el tumulto y el frenesí del hombre,
que me hizo y me hace cuanto daño puede;
libre del mundo ansío estar preso
con mi sombra por única compaña,
y a solas ver el fuego de los astros,
mundos que al Juicio sin cesar avanzan.
Oh, llevadme a la más aislada umbría,
el más caro lugar, donde en sosiego,
contemplar las caléndulas más bellas,
su cerrado verdor que estalla en oro.
Adiós a la poesía y al deseo,
apartadme del mundo, mas dejadme
la voz de una mujer, que con su música
alegre al corazón y lo conforte.

John Clare


(La traducción de estos versos de este " poeta rural y loco" es de Antonio Rivero Taravillo. En su blog hay cuatro poemas más.)

Ruta

Ayer recorrí una vieja ruta de mi juventud. Desde Candelario a La Garganta y de allí a Hervás. Entonces era uno capaz de hacerla caminando. No en vano aprendí a andar cerca de allí, en Béjar, en el verano de 1960.
Desde el coche fui reconociendo algunos picos a los que subía hace años: Peña Negra, El Calvitero, La Ceja, La Muela... Detrás, en Hoya Moros, donde nace el río Cuerpo de Hombre (¡qué nombre para un río!), celebré un cumpleaños. Estuvimos allí acampados, de paso a la Laguna de Solana, y cenamos una sabrosa carne de cabra frita.
En La Garganta, muchos años después, estuvimos Yolanda, mi hermano Fernando y yo camino del campamento del Arca, en Puerto de Béjar. Nunca ha contado uno sus tres retiros veraniegos al lado de Lanza del Vasto, el poeta francés de origen siciliano, el autor de Peregrinación a las fuentes. Sé que esa experiencia espera desde hace años ser escrita. Poque sólo así será del todo verdad.

17.5.08

Parque

Hoy he vuelto al parque de Candelario, uno de los lugares de mi infancia. En ese pueblo de la Sierra de Béjar pasé algunos veranos de niño. En compañía de mi abuela y de su hermana. Nos alojábamos en Casa Gabriel, que todavía existe. A pesar de haber vuelto cada poco a ese bonito sitio, hacía años que no paseaba por el parque. Allí iba a jugar cada mañana y también allí, a eso del mediodía, me comía a regañadientes el preceptivo huevo cocido que Feliciana y Sofía traían del hotel. Hoy me ha parecido, es lógico, mucho más pequeño. La manía de alicatar los parques (ahora están con mi querida Isla) le da un aspecto urbano que entonces no tenía. He reconocido, en fin, el árbol que me servía de caballo. Hablo de la rama doblada de un pino que está en una fotografía que guarda mi madre en un álbum y entre los versos de mi primer libro, Territorio.

Calle Mayor

Todas las calles mayores se parecen. Así, esta tarde, las de Barco de Ávila y Béjar. Tan solitarias, tan frías, tan oscuras. Como uno.

A punto

Me decía el dibujante Fermín Solís que cuando está a punto de publicar un libro (y él tiene en máquinas una novela gráfica sobre Buñuel y Las Hurdes que abre colección en la Editora) se pone nervioso, que todo es intranquilidad y desasosiego. Uno, sin llegar a tanto, también está de aquella manera por culpa de ese libro, Desde fuera, que también saldrá pronto, al mes que viene. Ayer cerré con el editor los últimos flecos. Poca cosa. En mi caso, han pasado seis años desde la salida del anterior (hablo de poesía). Bastantes. Y eso que por el camino se han cruzado un par de plaquettes que podrían pasar por pequeños libros. Cada vez me pesa más la responsabilidad. Uno ve cada vez más lejos la posibilidad de alcanzar el poema perfecto. Como esa ola que el surfista desea y que el mar, ay, no acaba de traer.

Problemas

"Cada día es más sombría la sensación de que no tenemos ni idea de dónde están nuestros auténticos problemas. Nuestra desorientación es monumental, permanentemente preocupados y distraídos con engaños y señuelos, y sin tener un minuto para recapacitar sobre los imparables cambios que se están produciendo en las estructuras básicas de las sociedades desarrolladas, o sobre las formas en que esos cambios nos van a afectar y, quizás, sobre las maneras en las que podríamos influir o, incluso, beneficiarnos en conjunto". Soledad Gallego-Díaz, Italianos y vascos, El País.

16.5.08

En Badajoz

En una feria del libro, no todo van a ser presentadores de televisión y autores de bestsellers. Por eso, ayer, en la de Badajoz, Rocío Carande habló de los sesmos (literarios, periodísticos) de su padre, B.V. , de los que también hablaron el novelista Manuel Cerebro González y el profesor Juan Gil. También por eso, dos poetas invisibles (cosas mías), Antonio Méndez Rubio y Diego Doncel, se acercaron a la plaza de San Atón para celebrar la salida de la poesía reunida del primero, Todo en el aire, un libro imprescindible para calibrar el panorama de la lírica española del fin de siglo. Y todo, claro, de la mano de la Editora Regional que sigue empeñada, qué cosas, en publicar libros de escritores que merezcan tal nombre. Los unos y los otros.

La Pelirroja de Sáez

Antonio Sáez realizó la versión al castellano de La pelirroja, novela del portugués Fialho de Almeida publicada por Periférica, que acaba de conseguir el prestigioso Premio de Traducción Giovanni Pontiero, concedido por la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto Camões de Portugal. Una estupenda noticia.

14.5.08

Encuentro en Guadalupe

Me envía el periodista Teresiano Rodríguez Núñez, comisario de "Guadalupe 2007. Año Jubilar", un ejemplar de Encuentro en Guadalupe, una lujosa (en el mejor sentido) antología coordinada por Santiago Castelo y Julián Rodríguez, donde se recogen versos de veintidós poetas (uno de ellos novelista) y fotografías de Modesto Galán, Toni Gudiel y Vicente Novillo.
Entre otras agradables sorpresas, los certeros poemas de varios de los denominados (por mí) "invisibles". Poetas, cada vez lo tengo más claro, de los que no se puede prescindir. Porque no sería justo.

A vueltas (de nuevo) con lo castúo

Como en su día escribió Luis Chamizo, "Los extremeños semos asina". (aplausos)

(Cita literal tomada del diario de sesiones de la Asamblea de Extremadura. La frase fue pronunciada por don Juan Pedro Domínguez Sánchez, diputado del PP)

13.5.08

"Desde fuera" (solapa)

¿Un libro de madurez es el que repite los mismos logros que el autor consiguió en textos anteriores o aquel que lo arrastra hasta lo que de modo consabido llamaríamos «borde del precipicio» para que mire lejos y, al mismo tiempo, se mire a sí mismo? Sea cual fuere la respuesta, todo verdadero libro de madurez sería, o debería ser, un libro a medio camino entre el pasado y el futuro, entre los caminos transitados y los senderos aún por andar. Y Desde fuera lo es.

Un libro, además, de fusión de poéticas, de visiones aparentemente discordantes de la poesía española reciente, una de cuyas voces más personales es, sin duda, la de Álvaro Valverde. Un libro que sabe ser, si el lector quiere llegar hasta al centro de lo verdaderamente importante y no a su retórica, «esencialista» y «existencialista» a la vez. Desde fuera es también, siguiendo este cauce descriptivo y falsamente dicotómico, desde dentro. Los poemas «de viaje», de exterior, se vuelven sobre sí mismos, como antes, frente al vacío, junto al abismo, para indagar en los interiores de la vida, de las vidas; los poemas «de interior» iluminan, con sus silencios y también, por qué no, con sus miedos, esas mismas vidas lejanas y exteriores.

Una de las acepciones de esencialista nos dice que lo es también aquel que defiende a ultranza determinados valores y creencias. Y no podremos dejar de pensar en ello al conocer la alta poesía moral de los versos de «Imaginario» o de «Entonces la muerte». Con ellos, a través de ellos, los lectores muy pronto se darán cuenta, a medida que lean y relean, que éste –el más intenso poemario de Álvaro Valverde desde Una oculta razón– es uno de los grandes libros del presente «poético» en castellano, un verdadero libro de madurez.

(Vamos calentando motores. Este es el texto que aparecerá en las solapas de mi próximo libro en Tusquets. No hace falta decir que no lo he escrito yo. ¡Ya me gustaría!)

De Simic

Se acerca el tiempo de los poetas menores. Adiós Whitman, Dickinson, Frost. Bienvenido tú cuya fama nunca llegará más allá de tu círculo familiar, o quizá a uno o dos buenos amigos reunidos después de cenar alrededor de una jarra de fuerte vino tinto... mientras los niños se adormilan y se quejan del ruido que haces al escudriñar por los armarios buscando tus viejos poemas, temeroso de que tu esposa los hubiera tirado en la limpieza de la última primavera.

Charles Simic, de A la manera de Aleksandar Ristović
(
Traducción de Mario Lucarda, DVD)

11.5.08

Tres

Tres asuntos del Babelia de esta semana me han gustado especialmente: la estampa sobre el rincón cordobés de García Baena que firma Rodríguez Marcos; la semblanza de Charles Simic donde Muñoz Molina recuerda la antología que tradujo Jordi Doce, "que tanto sabe de la poesía en lengua inglesa", y que releí ayer por la tarde, y la entrevista con Kjell Askildsen, con nuevo libro en español. Tres motivos, en fin, para la esperanza.

Autocensura, por El Roto

10.5.08

Sábado

Hace más de hora y media que uno se levantó y se puede decir que el día no ha empezado mal. Con el regusto alegre por la concesión, ayer, del premio "Extremadura a la Creación" en su categoría de "Mejor Obra Literaria de Autor Extremeño" a Invitación a la resistencia. Diarios 1980-1993, de José Antonio Gabriel y Galán, un libro esencial publicado por la Editora Regional el pasado año. Una alegría que comparto con Cecilia Alarcón, su viuda, y Paco Gabriel y Galán, su hermano, verdaderos responsables de que esos intensos diarios hayan visto la luz.
Añado ahora la satisfacción por la reseña ("por largo") que le dedica Luis García Jambrina en ABCD de las Artes y las Letras a la ópera prima de Álex Chico, La tristeza del eco, obra también del catálogo de la Editora. Para terminar, de momento, hay otras referencias interesantes en ese suplemento, en la sección de Artes: a la exposición memorable de Fulton en el MEIAC de Badajoz y, patrocinado también por la Fundación Godofredo Ortega Muñoz, a una carpeta (en tirada limitada y en edición no venal) que reúne un grabado original del pintor de San Vicente junto a tres plaquettes de tres poetas extremeños que dialogan con la obra de Ortega: Santiago Castelo, Javier Rodríguez Marcos y uno mismo. ¡Que siga!

8.5.08

Un juicio en alarde, según su autor

"El escritor es un ser irrisorio; excepto cuando se vanagloria de su condición de poeta: entonces resulta un personaje patético". Manuel Neila, Pensamientos a la intemperie, revista Clarín, nº 74.

Pablo García Baena, premio "Reina Sofía"




















Enhorabuena, maestro.

6.5.08

Las cartas de Paz

Por aquí y por allá, en Seix Barral y en el Fondo de Cultura Económica, se publican cartas de Octavio Paz. Es muy iluminador el reportaje que publica hoy El País, firmado por José Andrés Rojo, sobre la correspondencia entre Tomás Segovia y el autor de Piedra de sol. Uno escuchó en una comida cacereña al poeta hispanomexicano hablar -lo poco que suele- sobre su viejo compañero en la aventura de Plural. Su media sonrisa, la cara que puso ante los comentarios de otros comensales, lo decían todo. Completaban, quiero decir, sus tímidos silencios.

La Lengua de Erasmo

Esta mañana hemos presentado en Cáceres el séptimo volumen de la Biblioteca de Barcarrota: La Lengua, de Erasmo de Rotterdam. La Editora Regional decidió hace más de diez años poner en manos de los lectores esos libros emparedados que la Junta de Extremadura adquirió en 1995 y que ahora están depositados en la Biblioteca Regional. Además del director general de Promoción, nos han acompañado los tres responsables de su edición: los catedráticos de Filología Latina de la Universidad de Extremadura César Chaparro y Luis Merino, así como el profesor titular de la misma asignatura Manuel Mañas. El primero se ha encargado de la introducción general y de la traducción del ingenioso opúsculo de Plutarco, Sobre la mala vergüenza, que Erasmo añadió a su ensayo. Los otros especialistas se han ocupado de la traducción del libro y de las notas (que en una obra de esta complejidad son muchas y muy necesarias). Hoy las emisoras de radio y las televisiones y mañana los periódicos darán cuenta de lo dicho allí. Uno se ha limitado a cerrar el acto con un recuerdo a Fernando Pérez, porque su última intervención pública tuvo lugar en la presentación de otro volumen de esta prestigiosa Biblioteca, el Alborayque, que editó, por cierto, Dwayne E. Carpenter, profesor del Boston College. Lo digo, como quien no quiere la cosa, porque es una satisfacción que en este caso -y no es la primera vez- los responsables sean profesores de nuestra universidad. En esto siempre se ha buscado a los más capacitados y, más allá, que el trabajo se realice en los plazos precisos. Sin prisas pero sin pausas. Soy el primer interesado, junto al resto del equipo de la Editora, en terminar la tarea que empezó Fernando; esto es, tener en las librerías y en las bibliotecas los diez libros y el manuscrito que forman ese fondo mítico.
He añadido, como lector de a pie, que el texto del grandísimo humanista es una delicia y muy recomendable, si se me permite el comentario, para escritores, periodistas, políticos... No en vano lo que a Erasmo le preocupaba es cómo la lengua, "veneno letal" y "medicina salutífera", puede dar en inútil verborrea o en bendito silencio. En la lengua, dice él, reside lo mejor y lo peor de cada uno de nosotros. En fin, una reflexión tan de ayer como de hoy mismo a la que beneficia no poco la ajustada y fiel traducción de Chaparro, Merino y Mañas.

WikiExtremadura

No sabía que exitiera. Antes de entrar, pensaba en la polémica Güikipeya. No, al parecer es otra cosa. Pincho encima de la categoría "Literatura" y... Vivir para ver. Menos mal que en "Escritores de Extremadura" hay más.

5.5.08

Landero se despide de sus alumnos

Bienvenidos a Ítaca (El profesor se despide para siempre de sus alumnos) es un hermosísimo texto de Luis Landero, lleno de gozosa sabiduría, que publica en su número 693 la revista Cuadernos Hispanoamericanos. Sí, por suerte para él (y, de paso, para sus lectores), el novelista de Alburquerque se jubila. "Observar y sentir. Ahí están todas las maravillas y todos los tesoros", escribe allí. Salud, maestro.

Un decir

No es lo mismo ser un poeta en la sombra que la sombra de un poeta.

4.5.08

Fantasmas

"El miedo a los fantasmas no es exclusivo de la infancia. En España muchos intelectuales padecen ese temor, es decir, se refugian más o menos conscientemente en él para disfrazar una cobardía ingénita (este hecho afecta de modo grave a la crítica). Dicen, por ejemplo: «No puedo hacer esto: me perseguirán» o «Es inútil atacar a fulano: tiene demasiada influencia» (otro fantasma) o «Esto es demasiado fuerte: no me lo publicarían» (más fantasmas), etc. Por favor, señores, valor, valor. Yo no digo que sea propio de la inteligencia no creer en fantasmas (porque, a lo mejor, me paso de listo) pero sí me parece propio de ella el limpio gesto de obrar como si no existiese". José Ángel Valente
(De Martínez, aprendiz de Retórica, texto inédito publicado en el número 694 de Cuadernos Hispanoamericanos).

Cumbreño

Este es uno de los poetas (extremeños) invisibles. Para algunos, se comprende la ironía. Pero lo obvio, ay, impone su ley. Mal que les pese a los silenciadores. Su tercer libro de poemas, Estrategias y métodos para la composición de rompecabezas, es espléndido y demuestra a las claras, coincido en eso con el profesor Lama, una voluntad poética que ha dado y dará frutos que entusiasmen a sus lectores. Como éste. Llegan más, me consta. Va a ser muy difícil no verlo.

Con Toto

Ayer me encontré con Toto en La Isla. Se acercó a mí y me hizo un par de confidencias en voz baja sobre política y religión. Mencionó los nombres de tres bares de la plaza mayor donde ser reúnen los conspiradores. Al despedirse, me dijo: "Como eres poeta, lo entiendes". Luego añadió: "¡De un físico!".

3.5.08

Descubrimiento

La noticia corre como la pólvora por las lejanas Provincias del Oeste: existen los poetas invisibles.

Un cuento chino

Cuando se contempló en aquel retrato, creyó por un momento que era un poeta de su dinastía. Fue sólo un instante, lo que tardó en darse cuenta de que no había escrito ningún libro.

Por la Pantoja

¡Libros, libros, que es lo que más les jode!

1.5.08

Loewes

Don Enrique Loewe (nunca un "don" fue más natural) celebra el 23 de abril enviando los libros que han ganado, en la edición anterior, el premio que lleva su apellido desde hace 20 años. Para conmemorar el acontecimiento como es debido, Visor ha publicado una antología de Luis Antonio de Villena (cómplice perfecto, junto a la editorial madrileña, de don Enrique, alma del galardón) bajo el título de Los senderos y el bosque. Llegan, además, el muy esperado Días del bosque, de Vicente Valero (que he leído hoy en el molino y que, como era de suponer, no me ha decepcionado en absoluto) y la primera obra (de título interminable) del nicaragüense Carlos Fonseca. Todo un festín de palabras, versos y poemas que demuestran a las claras el porqué del prestigio del Loewe. De los loewes.