30.9.12

Exilios

Fundavag Ediciones y la Sociedad de Amigos de la Cultura Urbana editan una antología muy especial: Exilios. Poesía latinoamericana del siglo XX. La selección de los poemas y el ensayo introductorio son obra de Marina Gasparini Lagrange, conocida en España por su libro Laberinto veneciano. En Venecia precisamente vive su particular exilio esta caraqueña perspicaz e inquieta que afirma: "en el origen de Exilios está la distancia". "Pues no hay sino distancias / mayores o menores de frontera a frontera", como dice Pedro Lastra, uno de los poetas seleccionados junto a Gabriela Mistral, Ramos Sucre, César Vallejo, Borges, Lezama Lima, Rosario Castellanos, Ida Vitale, Juan Gelman, Pizarnik, Álvaro Mutis, Cortázar, Carranza (padre e hija), Olga Orozco, Gonzalo Rojas, Rafael Cadenas (que regaló a Gasparini una libreta cuando dejó Venezuela en 2000 y donde ella anotó la palabra "Exilios"), Montejo, J. E. Pacheco, Quessep, Cobo Borda (que publica ahora su poesía reunida en Tusquets), Piedad Bonnett, Morábito (pocos como él para entender este tema) y un largo etc. También hay nombres menos conocidos, felices descubrimientos: el ecuatoriano Oñate, los venezolanos Barreto, Gramcko y Golberg, la colombiana Osorio. Sí, por suerte, abundan las mujeres. Y en una selección, como todas, "arbitraria y personal", brillan ausencias. La de Neruda, por ejemplo. A quien, por cierto, conoció de pequeña MG en su casa. Su padre, Graziano Gasparini, ilustró con sus fotografías uno de los libros del altivo Nobel chileno: Alturas de Macchu Picchu (1954).
Pero no es de poetas de lo que venimos a hablar, sino de poemas. En los títulos abundan, además de exilio, términos como extranjero, destierro, frontera, emigrante... En su ensayo "El reino del exilio" razona perfectamente el alcance de la antología y, más allá, el múltiple concepto que subyace a esa aventura. Escrito en su reconocible estilo, donde lo personal se impone a lo erudito, parte del famoso cuadro del perro semihundido de Goya para abordar los entresijos de ese "viaje sin retorno", al "limbo", emprendido por tantos hombres y mujeres americanos del pasado siglo, hacia Europa en buena medida. Lo afirmó Steiner: "La verdad está siempre en el exilio".
Necesario para muchos (María Zambrano gritó: "Amo el exilio"), éste es, sin duda, una patria. Otra, si se prefiere. Sobre la delicada noción que esa palabra tan peligrosa esconde, reflexiona sin remedio MG. No sin afirmar que "La patria no es necesariamente el país donde se nace", concluye que "es el lugar en el que el «ser» es también un «estar»". O que "es el sentimiento que transforma la extrañeza en interioridad". O, en fin, "aquello que no podemos perder sin perdernos nosotros con ello". Para JRJ, los ojos de Zenobia. Gombrowicz "la única patria que reconocía era la del alma". Celan anotó "que la patria del poeta era su propia poesía, una patria distinta en cada nuevo poema". Por su parte, Roberto Bolaño creía en las patrias del escritor: lengua, memoria, personas queridas, su biblioteca, la lealtad, el valor. Con todo, esté donde esté, todo poeta es un exiliado. "El exilio es necesario. Esa necesidad de extrañeza es necesaria para escribir y para interiorizar las cosas. Una cierta conciencia del exilio, de la separación, del no pertenecer, es necesaria", ha manifestado MG.
Recurrente en nuestra tradición occidental, no siempre el exilio es político. Como dice MG, "es necesario exilarse para ser. Exilarse no entendiendo en el término literal, exilarse en uno mismo, hacer del exilio un modo de interiorizar las cosas". "Somos el exilio que nos habita y hacemos nuestro". Se lo dijo Eugenio Montejo: "La casa eres tú", porque "la patria, de todas maneras, es un lugar interior, no una geografía".
Valor especial tiene la lengua, que para el exiliado, más si es escritor, lo es todo. A ese asunto, y al de la traducción, dedica MG párrafos muy significativos y certeros en su ensayo. 
Allí, en medio del "desierto", en esa "tierra baldía" donde los mapas no existen, entre la nostalgia y la extrañeza, entre la soledad, el desarraigo y la propia, íntima patria de uno mismo, se han construido los poemas que pueblan esta singular antología. Sólo uno de ellos, a contracorriente, del salvadoreño Escobar Galindo, se titula "El arraigado". Por más que alguno, siguiendo la estela de Espríu y Pacheco, reconozcan al cabo la profunda fijación de sus raíces. 
"Pues cada uno tiene su Toscana / a la cual sabe como Cavalcanti / que no regresará", escribió el chileno Lastra. "Cada sitio es siempre el centro", precisó el boliviano Mendizábal. La venezolana Yolanda Pantín lo resume en un breve poema titulado, cómo no, "Exilio": 

Ustedes
Perdieron un país
Dentro de ustedes.

(Nota: Aquí (1 y 2) se puede ver un vídeo de la desenfadada presentación del libro en Caracas, en la librería Kalathos, el pasado 21 de julio, a cargo de Michaelle Ascencio e Igor Barreto.)

29.9.12

Botín de otoño

Se ve que ha llegado el otoño. Ha empezado a llover, no hace calor, los pimientos rojos están ya secándose en ventanas y balcones, los niños nos alegran los días laborales y, sobre todo, encima de mi mesa empiezan a acumularse los libros. Envíos amistosos, espontáneos, detalles de algún editor, de alguna directora de comunicación... Sí, querido librero, porque lo que es comprar...

Poesía española: un panorama

El profesor Octavio Escobar Giraldo publica en su blog, Destinos intermedios, un dossier elaborado por Antonio María Flórez (Don Benito, 1959) sobre poesía española contemporánea; un material que servirá de apoyo para los asistentes a la conferencia-conversatorio, que dicen allá, bajo el título "Un panorama desde mi biblioteca". Se celebrará el próximo lunes, día 1 de octubre, en la Universidad de Caldas de Manizales, en la cátedra de literatura latinoamericana y española del Departamento de Lingüística y Literatura de la Facultad de Artes y Humanidades.

28.9.12

Atavío y puñal

 
















Un título tan duro no puede pertenecer a un libro modoso y complaciente. Atavío y puñal, de la salmantina de Valladolid Mª Ángeles Pérez López, publicado en la legendaria colección Olifante, no lo es. Tampoco lo eran sus libros anteriores, cuatro que la autora reunió en Catorce vidas (Poesía 1995-2009). En éste da un paso adelante (¿para qué escribir si no?), otra vuelta de tuerca y el lector, al menos uno, da por hecho que con ello aquilata aún más su poética, tan definida como certera. Si alguien quiere saber a qué llamamos "voz propia", que entre y lea.
"La mujer" es la protagonista de todos los poemas. A ella, una y múltiple, se dirige en todos ellos. Poemas numerados y sin título, de tono discursivo, fragmentarios y monologantes, de ritmo preciso, respirado hacia dentro, aunque la idea de composición domine al conjunto.
Escritos con un lenguaje inspirado, que participa de lo imaginativo y hasta de lo surrealizante, pero también de lo realista. La enfermedad lo es, más real que cualquier otra cosa, y ella es protagonista de estos versos descarnados y crudos ("La mujer no conoce la palabra sosiego"). Como lo es el dolor, tan presente también. Como reales son las referencias a Irak y Abu Ghraib, al "yes we can" de Obama o a un tsunami.
Versos llenos de matices, sensoriales al máximo. Que se aprecian con todos los sentidos, el oído y la vista sobre todo ("La mujer pinta un mundo y es azul"). El vocabulario utilizado es sugerente, rico; capaz de nombrar lo sorprendente y de acercarse con la debida cautela a eso que anuncia lo terrible: "En el exacto centro de su centro / la mujer pinta un vértigo y se asoma". Y más adelante: "se asoma a su avispero".
Olvido García Valdés alude en una breve pero densa nota que aparece en la solapa a la "vocación narrativa"  del libro (diario a veces, se dice uno), a "una escritura que es propiamente pintura, visión plástica y táctil".
Me gustaría terminar esta nota de lectura elogiando la edición del libro: limpia y sencilla. Y un detalle que me ha gustado especialmente: una fotografía de la autora, realizada por Miguel Ángel Casado, que aparece en un encarte con el texto de OGV, en las primeras páginas del libro y, por fin, en una postal. Se trata de un primer plano en blanco y negro y al fondo se ve -espero no equivocarme- la plaza de Garrovillas, sus bonitos soportales. Su mirada, que transmite serenidad, tiene también un aire de tristeza. Como si fuera un verso más del libro.


27.9.12

Foro Sur


 


La nueva política cultural extremeña no inventa nada. Nada de verdad distinto y relevante, quiero decir. Se destruye o se recorta lo que había, sólo eso. Es ilustrativo el caso de Foro Sur, que ha devenido exposición y ha dejado de ser feria de arte, pero sigue siendo Foro Sur. 
Con nueva dirección, eso sí, compartida entre la muy conocida Rosina Gómez Baeza y Lucía Ybarra, pretende, además de mostrar obras contemporáneas en distintos espacios expositivos, que se generen debates centrados en el concepto de la trashumancia cultural (algo que remite inevitablemente a la vieja Extremadura), y tendrá como país invitado a Chile, su escena artística.
Uno destacaría del programa la presentación del Proceso de construcción de un manual sobre arte contemporáneo, un trabajo de investigación coordinado por Rafael Doctor y realizado en colaboración con la Fundación Helga de Alvear (Cáceres), La Casa Encendida (Madrid) y el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa (MACUF) (A Coruña), así como el informe La escena artística extremeña, de María del Mar Lozano Bartolozzi, catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Extremadura.
Tres museos cobran especial protagonismo en Foro Sur, los tres más importantes de esta región: el MEIAC, el Centro de ArtesVisuales Fundación Helga de Alvear y el Museo Vostell.
Entre las seis galerias seleccionadas de España, Portugal y Chile, sólo una es extremeña: Casa sin fin, de Julián Rodríguez y Juan Luis López Espada. Hay otros extremeños implicados: Ada Salas (poeta), Antonio Franco (director del citado MEIAC) y Fernando Castro Flórez (profesor, crítico y comisario).
Para terminar, una reflexión. Foro Sur se celebrará en Cáceres entre el 26 de octubre y el 18 de noviembre. Su programa es tan extenso como ambicioso, no cabe duda. En lo sustancial, el patrocinio corre por cuenta del Gobierno de Extremadura (antes, la Junta) y de la Diputación Provincial cacereña. Se han presupuestado 100.000 euros (200.000 menos que en la edición anterior). Sólo en la noche de fiesta de los mundialmente famosos premios Ceres la Junta (ahora, el Gobierno) gastó casi 1.000.000. ¿La odiosa comparación resiste al tan popular sentido común? Pues no. Y menos ahora.

26.9.12

Mascha Kaléko

Nacida en 1907 en la Galitzia polaca (que por aquel entonces formaba parte del Imperio Austrohúngaro), residente en Marburgo y Berlín (su ciudad del alma), exiliada en los Estados Unidos desde 1938, Mascha Kaléko pasó los últimos años de su vida en Israel. Mujer, alemana y judía, su peripecia vital, tan del siglo XX, una auténtica "odisea", según su traductora al español, Inmaculada Moreno, está en la base de su poesía. "No quisiera ser Dios en estos tiempos", llegó a escribir. Renacimiento publica en su colección Poesía Universal Tres maneras de estar sola, una antología esclarecedora que da la verdadera medida de una poeta necesaria, tal como atisbamos tras leer un puñado de versos suyos adelantados hace unos meses en la revista La Isla de Siltolá
Ilustrativo y convincente es también el prólogo, donde se nos informa con precisión de datos biográficos imprescindibles para calibrar el alcance de una poesía tan apegada a la vida.
"Poeta de la desolación", como la califica IM, "su patria fue su lengua", el alemán, la única posesión conservada por esa poeta errante y sutilmente melancólica que no fue feliz en el amor y que perdió a su único hijo. "Yo, pálida niña judía de Europa", dijo de sí misma.
En tres partes se divide esta antología conformada por el gusto personal de la traductora, por la representación equilibrada de toda su obra y por el criterio de traducibilidad al español: Reflexión e ironía, La nostalgia (para mí, la mejor) y Los amores.
"Entrevista conmigo misma" se titula un poema y así podría titularse el libro entero. O "Melancolía de alguien solitario", el título de otro. 
Berlín, su ciudad perdida ("En mí, la forastera, vive la antigua imagen / de la ciudad que miles olvidaron."), la huida ("El tiempo está parado. / Somos nosotros los que huimos." o "Hago los bártulos, me marcho / a la ancestral manera de mi estirpe", son versos suyos), su condición de emigrante ("Monólogo del emigrante"), la nostalgia ("Quisiera ver un día aquella tierra, / la que me desterró a mundos ajenos, / ir por las calles consabidas, / pararme ante las ruinas de mi adolescencia / furtiva, abandonada, anónima"), la extrañeza de quien no se siente de ninguna parte ("Allá donde yo viaje / me marcho a Ningunsitio"), los amores (al hijo, sobre todo: "En lo que quieras ser ¡tú ve a por todas!") son algunos de los temas que recorre esta poesía. Y ya que lo menciono, ningún verso acaso más elocuente para comprender a Mascha Kaléko (una poeta que agrego a mi lista de imprescindibles) que éste que copio a continuación: "¿Están tan solos todos los que aman?" Que cada cual responda.

La poesía de Mascha Kaléko



















Nacida en 1907 en la Galitzia polaca (entonces Imperio Austrohúngaro), residente en Marburgo y Berlín (su ciudad del alma), exiliada en los Estados Unidos desde 1938, Mascha Kaléko pasó los últimos años de su vida en Israel. Mujer, alemana y judía, su peripecia vital, tan del siglo XX, una auténtica "odisea", según su traductora al español, Inmaculada Moreno, está en la base de su poesía. "No quisiera ser Dios en estos tiempos", escribió. Renacimiento publica en su colección Poesía Universal Tres maneras de estar sola, una antología esclarecedora que da la verdadera medida de una poeta necesaria, tal como atisbamos tras leer un puñado de versos suyos adelantados hace unos meses en la revista La Isla de Siltolá
Ilustrativo y convincente es también el prólogo, donde se nos informa con precisión de datos biográficos imprescindibles para calibrar el alcance de una poesía tan apegada a la vida.
"Poeta de la desolación", como la califica IM, "su patria fue su lengua", el alemán, la única posesión conservada por esa poeta errante y sutilmente melancólica que no fue feliz en el amor y que perdió a su único hijo. "Yo, pálida niña judía de Europa", dijo de sí misma.
En tres partes se divide esta antología conformada por el gusto personal de la traductora, por la representación equilibrada de toda su obra y por el criterio de traducibilidad al español: Reflexión e ironía, La nostalgia (para mí, la mejor) y Los amores.
"Entrevista conmigo misma" se titula un poema y así podría titularse el libro entero. O "Melancolía de alguien solitario", el título de otro. 
Berlín, su ciudad perdida ("En mí, la forastera, vive la antigua imagen / de la ciudad que miles olvidaron."), la huida ("El tiempo está parado. / Somos nosotros los que huimos." o "Hago los bártulos, me marcho / a la ancestral manera de mi estirpe", son versos suyos), su condición de emigrante ("Monólogo del emigrante"), la nostalgia ("Quisiera ver un día aquella tierra, / la que me desterró a mundos ajenos, / ir por las calles consabidas, / pararme ante las ruinas de mi adolescencia / furtiva, abandonada, anónima"), la extrañeza de quien no se siente de ninguna parte ("Allá donde yo viaje / me marcho a Ningunsitio"), los amores (al hijo, sobre todo: "En lo que quieras ser ¡tú ve a por todas!") son algunos de los temas que recorre esta poesía. Y ya que lo menciono, ningún verso acaso más elocuente para comprender a Mascha Kaléko (una poeta que agrego a mi lista de imprescindibles) que éste que copio a continuación: "¿Están tan solos todos los que aman?" Que cada cual responda.

25.9.12

Leyes de educación

Más allá de si se está o no de acuerdo con los planteamientos de la nueva ley de educación que está dispuesto a poner en marcha el PP de Wert en pleno ejercicio de su libertad de acción política y gracias a la aplastante mayoría absoluta que ostenta, lo que tiene uno claro es que será una ley, la enésima, que por no ser fruto del consenso -nunca lo he visto tan lejos- estará condenada a cambiarse en cuanto los vientos políticos cambien. Y cambiarán. Como esa ley.

24.9.12

Torre Lucía

Es el nombre del periódico escolar del Colegio Público "Alfonso VIII" de Plasencia, mi lugar de trabajo, que a lo peor también se llevan los malditos recortes por delante, al menos en su formato de papel. Tiene su propia sección en el blog de la biblioteca, Escritos a Palíndromo, que no deja de ser expresión de la voluntad "literaria" del centro, donde aparece digitalizado (supongo que se puede decir así), y a todo color, algo que no se puede permitir en su versión original. Como el número se dedica al proyecto EncaminArte nada más oportuno. No está de más mencionar al esforzado maquetador de esas páginas que, cómo no, es además el alma de Torre Lucía: el director, Javier Juanals Castro. Es de justicia.
Una fiesta, sí. Con sentido.

23.9.12

Noticia de LJM

Luis Javier Moreno (Segovia, 1943), poeta y traductor (de Lowell, de Horacio, de Roethke), ha ganado el premio "Antonio Machado" de Baeza con su libro Figuras de la fábula. Uno, segoviano a ratos, y viejo amigo suyo, se alegra mucho por ello. Lo leeremos pronto en Hiperión, que vuelve a abrir las puertas de su librería madrileña.

Cosas que pasan

Sucede. Con la debida naturalidad, sin aspavientos. De golpe, se te cae el mundo encima. Le pasó a uno ayer, a media tarde, bajo una dorada luz de otoño, frente al monasterio de San Antonio El Real de Segovia. Desde entonces, no dejan de caer cascotes.

22.9.12

De Nabokov

A punto de aparecer en Seix Barral su traducción de la Poesía completa de Paul Auster, Jordi Doce vierte al español "El poema", de Vladimir Nabokov. 

No el poema crepuscular que compones pensando
en voz alta
con su tilo esbozado en tinta china
y cables de telégrafo sobre nubes rosáceas;

no el espejo que está en ti y el hombro de ella,
delicado y desnudo, brillando con luz tenue;
no el lírico chasquido de rimas de bolsillo…
la música menuda que da siempre la hora;

y no los pesos y monedas en esas pilas
de diarios vespertinos calados por la lluvia;
no los cacodaimones del dolor de la carne
ni las cosas que dices mucho mejor en prosa:

el poema que cae desde alturas ignotas…
cuando aguardas el chapoteo de la piedra
allá al fondo, y agarras como puedes la pluma,
y entonces sobreviene la conmoción, y entonces…

en la fronda sonora, las palabras-leopardo,
las aves avistadas, los insectos cual hojas,
se fusionan y forman un intenso, callado,
mimético diseño de perfecto sentido.

(De Perros en la playa

21.9.12

Más Bustamante

¿Qué es el arte para Jean-Marc Bustamante?, le pregunta Bea Espejo (de El Cultural) a Jean-Marc Bustamante, y éste contesta: "Odio a los artistas que se comportan como 'Deux ex machina'. Nunca he tenido la idea de narrar historias a través de mis obras, ni he querido crear ilusiones o utopías, sino invadir el espacio de la mirada. No he querido crear otra realidad, sino más bien propiciar que se comparta una grandeza recobrada. Por decirlo de otro modo también, mi trabajo consiste en mantener alerta al espectador. De la idea de belleza, prefiero la robustez; de la inteligencia, la astucia; de la ironía, la frescura. Para un artista sus obras son su mejor enemigo. Es revelador".

20.9.12

Nuevas siglas

Mucho se ha criticado que el PSOE mantenga la "O" de obrero y hasta la "S" de socialista. ¿Y lo del PP? ¿No es un disparate que se siga denominando popular? Cinco acepciones contempla el diccionario de la Real Academia para esa palabra: perteneciente o relativo al pueblo, que es peculiar del pueblo o procede de él, propio de las clases sociales menos favorecidas, que está al alcance de los menos dotados económica o culturalmente y que es estimado o, al menos, conocido por el público en general. Que cada cual saque sus propias conclusiones, pero para mí que incumple casi todas. ¿Y si lo dejamos en PESE (Partido Ex Socialista Español) y PAP (Partido Anti Popular)? Otro día hablamos de IU. De la popular facción extremeña, por ejemplo. ¿IPU?

19.9.12

Palabra de Bustamante

Tableaux, J-M. Bustamante















El arte es, por encima de todo, una experiencia de la mirada.
Mi trabajo consiste en hablar de usted a través de mí.
Una obra de arte ayuda a vivir.
Un artista necesita un proyecto. Un buen artista sabe exactamente qué está haciendo.(...) Es un guerrero. Lucha contra sí mismo.
El artista debe ser fuerte y conmovedor.
Una obra de arte es el espacio. 
Un artista tiene que hallar la distancia correcta entre él mismo, la obra y el receptor.
En una buena obra de arte siempre falta algo.
Me gusta la obra que no comprendo. Un artista debe transportarnos, abrir una nueva perspectiva.
Gran parte del tiempo, el arte es un lugar que ignoramos. 
Una buena obra siempre es simple. Mi lema es "sé muy simple". El resto es vanidad o destreza, con excepciones. 
En los años ochenta lo poético se concebía como una debilidad, algo sentimental. Hoy parece haber un regreso a los valores de lo poético, espero que sin nostalgia o sesiblería, más bien con vitalidad, de una forma abierta a la vida, con energía e intensidad. Una obra de arte no tiene que ser bella, tien que ser fuerte. La fortaleza tiene su propia belleza.
Un artista suele mantener más o menos las mismas obsesiones a lo largo de su vida. Cuando tienes 20 años y quieres ser artista, tal vez te interese más la tierra, la vida, la muerte. Más adelante, ya mayor, a mí me interesa el aire, la luz, el color, el cielo. 

Nota: estas reflexiones, a veces aforismos, son del artista francés, de padre ecuatoriano, Jean-Marc Bustamante (Toulouse, 1952) y están tomadas de sendas entrevistas realizadas por Javier Díaz-Guardiola (Cultural de ABC) y por Fietta Jarque (Babelia, EL PAÍS) con motivo de la exposición Calma blanca (Sala Alcalá, 31, Madrid) de la que es comisario José Jiménez.


18.9.12

El segundo libro de Francisco Fuentes

Aunque no aparezca esa información, como suele, en la solapa de su nuevo libro, Francisco Fuentes nació en Plasencia en 1985. Ya hablamos de él aquí cuando publicó su ópera prima, Tierra, territorio, casa, en 2006. Además de poemas en revistas y de un blog, 5 monos, participó en la lectura de La plaga lírica (I y II) y es noticia porque publica, ya digo, su segunda obra, Setenta y cuatro días sin mí, en la colección Vincapervinca de la Editora Regional de Extremadura. 
Apuesta del anterior director (los dilatados plazos editoriales dan idea de la gestión de esa querida casa), estos poemas podrían haber aparecido en la colección Poesía de la misma Editora. Dignidad no les falta. Parcos y sentenciosos, derramados tipográficamente por las páginas, sin signos de puntuación y sin título, dispuestos entre grandes espacios en blanco, en ellos cada palabra cuenta. Bueno, dirá alguien, eso es lo normal en poesía. Sí. Quiero decir que la depuración extrema ha obligado a una especie de operación previa de pesos y medidas que conduce a resultados cercanos a aquello que hace años se denominó, no sin retintín, "poesía del silencio", y que no deja de ser una de las tradiciones más importantes y frecuentadas de la poesía de todo tiempo y lugar. Un decir más con menos que Fuentes apura hasta una, diríamos, "economía de guerra", muy adecuada, por cierto, para esta época rápida y líquida obsesionada con los mercados y sus convulsiones. Todo es aquí insinuación, atisbo, sugerencia. Sin embargo, y en eso se separa de lo más radical de aquella tendencia, hay historia, narración, siquiera emboscaba, en estos versos que no están hechos "de nada". El sujeto poético alude constantemente a un tú que si bien, a veces, parece indeterminado (al menos para el lector), en otras ocasiones cobra vida propia. Y entonces es la abuela Cecilia, por ejemplo. O su madre (¿Y  cuando muera mamá / qué?, dicen dos versos a toda página, con un gran espacio en blanco, casi un abismo, entre ellos). Aunque se nota que está escrito por una persona muy joven, no dejan de resonar en la poesía de Fuentes las pérdidas, los miedos y hasta la muerte, ese tema paradójicamente eterno.
Escrito en Plasencia, Madrid, Cardiff, Roma, Salamanca y Lugo, entre los años 2006 y 2012, Setenta y cuatro días sin mí es un libro a tener en cuenta. De uno de esos poetas extremeños de fuera que, por ahora, puede publicar dentro.

17.9.12

L'oeuvre romanesque de GHB











Ya se ha publicado el programa definitivo del Colloque International "L'oeuvre romanesque de Gonzalo Hidalgo Bayal" que tendrá lugar durante los días 18 y 19 de octubre en la Université de Haute-Alsace (Mulhouse, Francia). 
El comité científico está formado por María Teresa García-Abad García, CSIC (España); Dorde Cuvardic García, Universidad de Costa Rica (Costa Rica); J. Ignacio Díez Fernández, Universidad Complutense (España); Luca Maramotti, Università di Bologna (Italia) y Felipe Aparicio Nevado, Université de Haute-Alsace (France), coordinador del Coloquio, natural de Jaraíz de la Vera y formado en la Universidad de Extremadura.
Para ver el programa completo, basta pinchar en la parte baja del documento. Por si acaso, lo copio aquí:

JEUDI 18 OCTOBRE 2012
Hôtel de Ville (Place de la Réunion)
09h00 Ouverture du colloque par Mr. Yann Kerdilès, Doyen de la FLSH.
09h10 Juan Luis Hernández Mirón (U. San Pablo Ceu): “Recorrido por la obra y el mundo de Gonzalo Hidalgo Bayal”.
09h50 Gonzalo Hidalgo Bayal: “El factor M”.
Pause café.
10h40 Denis Vigneron (U. d’Arras): “Lire, écouter, regarder: le plaisir aux sources du texte”.
11h20 María-Teresa Fuentes (U. Complutense): “El personaje en la obra de Gonzalo Hidalgo Bayal: un ejercicio de estética”.
12h15: Vin d’honneur offert par Mr. Rottner, Maire de Mulhouse.
European Physical Society (Campus Illberg)
15h10 Anne Paoli (U. d’Avignon): “Del espejismo de una felicidad anhelada al espejo de una juventud fracasada: el relato de Campo de amapolas blancas de Gonzalo Hidalgo Bayal”.
15h50 Antonio Trinidad Muñoz (novelista): “Campo de amapolas blancas en Las murallas del mundo: presencia de Bayal en la narrativa de Álvaro Valverde”.
16h30 Jorge Chen Sham (U. de Costa Rica): “Paradoja del interventor: prosopografía del personaje anodino”.
Pause café.
17h10 Ana María Calvo Revilla (U. San Pablo CEU): “Incertidumbres de un Ulises kafkiano en Paradoja del interventor”.
17h50 Natalie Noyaret (U. d’Amiens): “La conciencia del lenguaje: Paradoja del interventor de Gonzalo Hidalgo Bayal”.

VENDREDI 19 OCTOBRE 2012
European Physical Society (Campus Illberg) 
 09h30 Felipe Aparicio Nevado (U. de Haute-Alsace): “En torno al relato corto bayaliano: Un artista del billar”.
10h10 Frantisek Dratva (U. de Palackỳ): “Una aproximación a El espíritu áspero”.
Pause café.
11h00 Dorde Cuvardic García (U. de Costa Rica): “Autobiografía y renuncia en El espíritu áspero”.
11h40 Jesús Nieto Jurado (U. de Málaga, periodista): “Necesidad y estética de la totalidad: El espíritu áspero”.
European Physical Society (Campus Illberg)
14h40 Silvio Bolaño (U. Pontificia Bolivariana de Medellín): “El imaginario espacial en la obra de GHB: Murania y Tierra de Murgaños”.
15h20 Alfonso García Delgado (U. de Extremadura): “Espejos y espejismos en la literatura de Gonzalo Hidalgo Bayal”.
Pause café.
16h00 Luca Maramotti (U. di Bologna): “El laberinto de Gonzalo Hidalgo Bayal”.
16h40 María Dolores Rajoy Feijoo (U. de Oviedo): “Le dialogisme dans Conversación de Gonzalo Hidalgo Bayal”.
17h20 Clausura del coloquio.
19h30 Cena de despedida.

(Nota: la fotografía es de Toni Gudiel, para El Periódico Extremadura)

16.9.12

Otro poema tangerino



47

¿Por qué, repites, Tánger?

Ella recuerda
su llegada a la nueva ciudad.

Antes, la travesía en el barco,
y el largo viaje
hasta la tierra de su padre.

Antes, el dolor de dejar
su ciudad para siempre.
De verla desaparecer entre la bruma.

Ella recuerda la llegada.
la mañana fría, las casas bajas,
el cafetín inhóspito.

Y ya allí, a su madre
volviendo del mercado
con los ojos llorosos.
No me entienden, decía.
O: no hay pescado
y, si hay, está muerto.

Ella recuerda que estuvieron
quince días seguidos
comiendo sólo fruta.
Lo mal que les sentaban las comidas
guisadas con aceite.

Y mientras, la tristeza.
El soterrado dolor o el llanto explícito.
Por la nostalgia, sobre todo.

Entre tanto, el frío.
Él, tan hostil. Ellos,
tan desacostumbrados.

Es enero. Los juguetes de Reyes
vienen en las maletas.

Y después, las bromas en el colegio.
Y el “nací en Tánger, pero soy española”.
Y los castigos por salir al baño sin permiso,
como era lo normal hasta entonces.

Y los viajes de los domingos por la tarde
al pueblo de su padre. Y los mareos
por tortuosas carreteras secundarias
atestadas de curvas.

Y las caídas en aquellas calles
llenas de rollos, como dicen ellos.

Y siempre, y cada día,
al acostarse y al levantarse,
los mismos deseos de volver.

De ver el mar de nuevo,
por ejemplo. De olerlo.
De pasear por amplios bulevares,
no por calles angostas.
De ir a la playa y no al río.

Al principio, y por cualquier excusa,
su madre regresaba.
Pequeñas temporadas,
para salvar la pena.
Luego volvía. Pero nada era igual.
O empeoraba.

Hasta que, poco a poco,
se fue apoderando de los cuatro
(su padre era más fuerte, él volvía a su patria)
la inevitable sensación de la derrota.
Porque la vuelta atrás nunca es posible.

Nota: Este poema pertenece al libro inédito Más allá, Tánger y ha sido publicado en el número 39 de la revista Sibila
La acuarela que lo ilustra es de Salvador Retana.