Zoki tiene a bien recomendarme la lectura del artículo de Savater que publicó ayer El País. Uno se lo agradece. Baste para muestra este botón: "No son los minaretes ni los campanarios los que amenazan las libertades públicas, sino aquellos feligreses o dignatarios religiosos que ponen su pertenencia a una fe por encima de sus obligaciones con el sistema democrático que las permite convivir a todas sin desgarramientos ni indebidos privilegios".
30.12.09
Otra lista
Esta, de La Vanguardia, para elegir, entre los críticos del periódico barcelonés, los mejores libros de la década. Del criterio de Sergio Vila-Sanjuán y su equipo, no hace falta decirlo, me fío.
29.12.09
Jerte arriba
Esta tarde he subido Valle arriba, hasta Tornavacas, donde la niebla ya empezaba a ser densa. Según avanzaba despacito, siguiendo el curso de nuestro río "de juguete", más me acordaba de Trapiello y de su ascenso semanasantero con los amigos murcianos, entre cerezos en flor. ¡Cómo va! He parado en Cabezuela para comprobar, pie a barro, su verdadera dimensión. Parecía una garganta del Himalaya. Asustaban sus aguas veloces y terrosas. Impresionaba escuchar su elemental bramido. Hoy no se saltaba de orilla a orilla. ¡Qué fuerza de la Naturaleza! Lo mejor, con todo, era mirar a las montañas y ver, aquí y allá, las torrenteras blancas que descendían por sus empinadas laderas. Hacía años.
Jerte
Aunque en el último tomo de sus diarios, Troppo vero, Trapiello diga que es un río "de juguete", hoy el de Trujillo (y el Nuevo y el de Suárez y el de Gutiérrez Mellado) es un puente sobre aguas turbulentas. Da gusto ver cómo baja el "riíllo". Hacía tanto.
Otro calendario
No sé si con más poesía. Lo edita la Asociación Síndrome de Down de Extremadura. Se han fotografiado con los niños deportistas, cocineros, músicos, toreros y escritores. Bueno, a uno le adornan con el subtítulo de "poeta". Gonzalo Hidalgo Bayal está en marzo (inmortalizado por Juan Monge en la biblioteca pública de Plasencia) y Jesús Sánchez Adalid (con foto chula de Ceferino López) en septiembre. A mí me ha tocado julio y aparezco sentado en el suelo de un patio de Santa María con Javier, Juan José, Jael, Alba y Elena. Mirando un libro.
28.12.09
Inocentada, o no
Es el momento. Termina el año del 25 aniversario de la Editora Regional de Extremadura y todas las celebraciones se han agotado con el publirreportaje de Trazos, el suplemento del Hoy.
No es que uno sea de esos pesados a los que les gusta conmemorar cualquier efemérides, por ridícula que sea, pero para la literatura extremeña -y, en consecuencia, para la española- no es poco lo que ha conseguido en estos lustros la benemérita editorial pública. Como siempre, a su catálogo remito.
Porque conozco el percal, achaco este desprecio a la falta de aprecio que las autoridades culturales extremeñas tienen hacia los libros y la lectura. Su falta de sensibilidad, tan clamorosa que da grima (a pesar de que sigan presumiendo de clubes de lectura, talleres y aulas literarias, así como de otros empeños heredados que se limitan a financiar), se suma a la cadena de despropósitos y omisiones que caracterizarán esta pobre era de Vara y su consejera, acólitos mediante. No es extraño que aplauda esta deriva lo más abyecto de la oposición. Tampoco que cada vez que se cita últimamente en la prensa a la citada consejera sea para comentar... su cambio de peinado.
A pesar de lo que firma, Extremadura pierde peso. Sus asesores la informan mal. Y es una lástima porque esta región, a falta de una iniciativa privada sólida y de una sociedad civil competente, sigue a expensas de lo público. Por suerte, no faltan autores y libros que saben buscarse la vida. Por libre, como deber ser.
Al final, vuelvo a la Editora, no ha salido la canónica antología en tres tomos -poesía, narrativa, ensayo y teatro- que concebimos con tiempo (o eso creíamos) para el feliz aniversario. Tampoco ha tenido lugar el encuentro de editores que uno imaginó. Nada, cosas que pasan. O, mejor, que no.
Da mucha tranquilidad verlo todo a debida distancia. Pero también, ay, una gran pena. Con lo que se ha luchado, Fernando, Ángel...
No es que uno sea de esos pesados a los que les gusta conmemorar cualquier efemérides, por ridícula que sea, pero para la literatura extremeña -y, en consecuencia, para la española- no es poco lo que ha conseguido en estos lustros la benemérita editorial pública. Como siempre, a su catálogo remito.
Porque conozco el percal, achaco este desprecio a la falta de aprecio que las autoridades culturales extremeñas tienen hacia los libros y la lectura. Su falta de sensibilidad, tan clamorosa que da grima (a pesar de que sigan presumiendo de clubes de lectura, talleres y aulas literarias, así como de otros empeños heredados que se limitan a financiar), se suma a la cadena de despropósitos y omisiones que caracterizarán esta pobre era de Vara y su consejera, acólitos mediante. No es extraño que aplauda esta deriva lo más abyecto de la oposición. Tampoco que cada vez que se cita últimamente en la prensa a la citada consejera sea para comentar... su cambio de peinado.
A pesar de lo que firma, Extremadura pierde peso. Sus asesores la informan mal. Y es una lástima porque esta región, a falta de una iniciativa privada sólida y de una sociedad civil competente, sigue a expensas de lo público. Por suerte, no faltan autores y libros que saben buscarse la vida. Por libre, como deber ser.
Al final, vuelvo a la Editora, no ha salido la canónica antología en tres tomos -poesía, narrativa, ensayo y teatro- que concebimos con tiempo (o eso creíamos) para el feliz aniversario. Tampoco ha tenido lugar el encuentro de editores que uno imaginó. Nada, cosas que pasan. O, mejor, que no.
Da mucha tranquilidad verlo todo a debida distancia. Pero también, ay, una gran pena. Con lo que se ha luchado, Fernando, Ángel...
Una carta de Fa Claes
Amigo Álvaro,
Cada año el otoño e invierno son más duros con su poca luz y sus noches largas. Con los años crece el pesimismo, y cuando intento escribir algo un poco alegre, los versos se niegan a expresar más que abatimiento.
Cada año el otoño e invierno son más duros con su poca luz y sus noches largas. Con los años crece el pesimismo, y cuando intento escribir algo un poco alegre, los versos se niegan a expresar más que abatimiento.
La mano en la cabeza (Año nuevo 2010)
Cuando uno de los niños o de los nietos
se había extralimitado,
la abuela serenamente decía:
Ay, niño, pon tu mano en la cabeza
y mira quién está debajo.
A menudo y más a menudo
pongo mi mano en mi cabeza calva, fría.
Sobre todo: en el día de año nuevo
le deseo sabiduría y esperanza
al hombre debajo de esta mano,
pero sólo siento que crece la calvicie
y el frío.
se había extralimitado,
la abuela serenamente decía:
Ay, niño, pon tu mano en la cabeza
y mira quién está debajo.
A menudo y más a menudo
pongo mi mano en mi cabeza calva, fría.
Sobre todo: en el día de año nuevo
le deseo sabiduría y esperanza
al hombre debajo de esta mano,
pero sólo siento que crece la calvicie
y el frío.
Mis deseos para los otros son mucho más alegres, les deseo a todas y todos, todas las riquezas y bellezas del mundo. Nuestras intenciones a veces nos hacen sentir algo de calor y bondad en el corazón. Si sólo los deseos pudieran ayudar a los otros.
Contra los malos momentos te deseo consolación en la poesía, y para los buenos te deseo alegría y triunfo en la poesía. De una u otra manera, la vida está siempre relacionada con la poesía.
Un abrazo,
27.12.09
Vallcorba y Acantilado
Uno lee en El Periódico una entrevista con Jaume Vallcorba que celebra el décimo aniversario de la editorial Acantilado. No puedo por menos que decirme: esto es un editor. Y un proyecto. Mi enhorabuena (¡qué buenos libros leemos gracias a ese ejemplar empeño!) a los que lo hacen posible. Y que cumpla muchos más.
26.12.09
Listas
Para empezar, no tiene mucho sentido que Babelia, un suplemento que (por suerte) no publica listas de "los más vendidos", apueste a final de año por presentarnos la de los "mejores del año". Con todo, cincuenta críticos solventes han decidido. Uno constata, no obstante, que la mayor parte de poesía sabe lo justo. Vamos, que, salvo los especialistas, o no la leen o no la siguen tan al pie de la letra como para opinar sobre seguro. Sólo así se explican los resultados. Los títulos más citados, por ejemplo, son de "famosos" poetas extranjeros. Con ser un buen libro, que uno ha ponderado aquí, el de la Szymborska, entre los cinco primeros, no es una obra mayor. Ni del año ni del siglo. Otro tanto cabe decir de otros citados. ¿Y los autores españoles o en español? ¿No se han publicado libros dignos? ¿Ni de los muy conocidos Carlos Marzal y José Emilio Pacheco, pongo por caso? Me alegro mucho, eso sí, de que la única autora elegida sea mi amiga y paisana Ada Salas, por su primera poesía reunida. Y de que otro paisano y amigo, Javier Cercas, haya conseguido el premio gordo.
Para uno, la prueba irrefutable de lo azaroso de estas listas es que El espíritu áspero, ese novelón, sólo haya recibido un voto. Y de un crítico doblado de poeta. Vamos, para no creer.
Para uno, la prueba irrefutable de lo azaroso de estas listas es que El espíritu áspero, ese novelón, sólo haya recibido un voto. Y de un crítico doblado de poeta. Vamos, para no creer.
Solitarios
"La literatura, llevada a sus últimas consecuencias, impide las relaciones sociales. Por eso hay tantos solitarios entre los amantes de los libros. Leen porque son solitarios, pero se hacen aún más solitarios porque leen". Andrés Trapiello, Troppo vero.
24.12.09
E E
Aquí no hay impostor. Ni hay impostura. Llega de la mano de Leticia el número de Espacio/Espaço Escrito dedicado a Ángel (coordinado por Miguel Ángel Lama y Antonio Sáez) y uno comprueba con la debida tranquilidad, feliz por ello (preservar la memoria del amigo es una tarea a la que uno no está dispuesto a renunciar), que el índice está a la altura del muy exigente poeta y traductor y editor y profesor Ángel Campos Pámpano. Puede que falte alguien o algo, sin duda, pero, ya digo, nada sobra. No es poco. Gracias, Miguel Ángel. Es un precioso regalo de Navidad. ¡Lo que le habrá gustado al que te cuento!
22.12.09
Rico, Rico
Don Paco Rico vuelve a la carga con otra antología. Después de Mil años de poesía europea presenta ahora Mil años de poesía española. En La Vanguardia, una entrevista con Pedro Vallín.
Darwin y Extremadura
Así se titula el artículo que publica Chema Corrales en El Periódico Extremadura. Al fondo, nuestro Fernando Pérez.
21.12.09
Mi coolegio, mi caasa
"En la enseñanza, el poder pedagógico de la televisión se enfrenta a la debilidad de unas instituciones ya machacadas por las ocurrencias de Gobiernos sucesivos, la más destructiva de las cuales es la que prescribe que los contenidos de enseñanza sean aproximados a la condición y a las circunstancias personales del alumno, a lo que le sea más cercano y familiar: su pueblo, su comarca, sus costumbres... ¡Muy mal! Es el sujeto el que tiene que salir al encuentro del objeto, pues sólo en la separación y en el distanciamiento respecto de lo propio se experimenta el mundo como dueño de sí mismo y el objeto del conocimiento como ajeno, desobediente, inapropiable.
Jamás debió allanarse la separación entre la casa y el colegio, pues esa distancia podría hasta valer como figura del camino de todo conocer".
Jamás debió allanarse la separación entre la casa y el colegio, pues esa distancia podría hasta valer como figura del camino de todo conocer".
Un poema de Stasiuk
Iba sentado junto al conductor.
Catorce horas de viaje con una larga parada
para emborracharnos. Se nos venían encima nubes
de barro y luces irreales. El coche
era sabio y viejo. Agarraba las curvas a tientas.
De hecho, nosotros podríamos no haber estado.
El tabaco sabía a ciudad abandonada
al atardecer, en ese momento en que todos los viajes
parecen una huida. Nosotros también teníamos que poner tierra de por medio.
Teníamos que ponernos en marcha aún bajo los efectos del alcohol.
Gasolineras, una noche como el café
derramado sobre una mesa de color negro. La muerte se
acercaba y de nuevo volvía a alejarse. Éramos como
esos insectos de largas patas que se deslizan en la superficie del agua
demasiado ligeros para hundirse y al mismo tiempo sin alas.
(Traducción de Abel Murcia. En su blog)
Catorce horas de viaje con una larga parada
para emborracharnos. Se nos venían encima nubes
de barro y luces irreales. El coche
era sabio y viejo. Agarraba las curvas a tientas.
De hecho, nosotros podríamos no haber estado.
El tabaco sabía a ciudad abandonada
al atardecer, en ese momento en que todos los viajes
parecen una huida. Nosotros también teníamos que poner tierra de por medio.
Teníamos que ponernos en marcha aún bajo los efectos del alcohol.
Gasolineras, una noche como el café
derramado sobre una mesa de color negro. La muerte se
acercaba y de nuevo volvía a alejarse. Éramos como
esos insectos de largas patas que se deslizan en la superficie del agua
demasiado ligeros para hundirse y al mismo tiempo sin alas.
(Traducción de Abel Murcia. En su blog)
20.12.09
Días
Llega desde Bélgica el calendario poético de Alhambra (editado por Shafiq Naz) y le echo un primer vistazo. El índice promete. Es una antología bastante completa de la poesía contemporánea en español (no faltan, por ejemplo, Rafael Cadenas y César Vallejo) con calas en la poesía clásica castellana.
A uno le han adjudicado el 7 de enero (ahí se publica "El señor de la guerra. Homenaje a J. E. Cirlot") y el 25 de septiembre (donde aparece "Torre Tavira", el poema que dediqué a Susi y Fernando Pérez). Veo a otros extremeños (a uno, ya saben, le pierde lo del paisanaje): Ada Salas, Félix Grande (que es también madrileño, andaluz y castellanomanchego), Basilio Sánchez (que por un día no cae en el cumpleaños de Y.), José María Cumbreño y Elías Moro, que se incorporan este año a la lista. Ah, y don José María Gabriel y Galán. Puede que haya más pero aún no los he visto. Vamos, que es un placer estar rodeado de tantos y tan buenos... poemas. Bueno, y poetas. Entre 250...
A uno le han adjudicado el 7 de enero (ahí se publica "El señor de la guerra. Homenaje a J. E. Cirlot") y el 25 de septiembre (donde aparece "Torre Tavira", el poema que dediqué a Susi y Fernando Pérez). Veo a otros extremeños (a uno, ya saben, le pierde lo del paisanaje): Ada Salas, Félix Grande (que es también madrileño, andaluz y castellanomanchego), Basilio Sánchez (que por un día no cae en el cumpleaños de Y.), José María Cumbreño y Elías Moro, que se incorporan este año a la lista. Ah, y don José María Gabriel y Galán. Puede que haya más pero aún no los he visto. Vamos, que es un placer estar rodeado de tantos y tan buenos... poemas. Bueno, y poetas. Entre 250...
19.12.09
Dialéctica
Es innegable que sube la tensión, semana a semana, entre Aramburu y Echevarría. Me refiero a la sección "Gatos ensartados" de El Cultural. Ayer le tocó al primero responder con un artículo lúcido y contundente a las delicadas opiniones (por decirlo de forma suave) expresadas por el segundo la semana pasada. Subí un párrafo a este blog y lo bajé de inmediato. El discurso del crítico no se sostenía. A mi parecer, claro. No hace falta decir con quién voy.
A medio hacer
Copio y pego las primeras líneas de la crónica que publica hoy El Periódico Extremadura a propósito del fallo del premio Felipe Trigo:
"Fulanito de tal-----.. y menganito de cual----.. se alzaron anoche con el premio literario Felipe Trigo en las categorías de novela y narración corta respectivamente. Sus obras "----" y "---" fueron elegidas ayer por el jurado entre las 9 novelas presentadas a concurso y las 6 narraciones corta. El fallo se hizo público en una cela-velada a la que asistieron 300 personas de todos los ámbitos sociales, culturales y políticos celebrada en el Hotel Cortijo Santa Cruz".
18.12.09
Espacio/Espaço escrito
Antes de anoche se presentaron en el Meiac los dos últimos números de Espacio/Espaço escrito, uno dedicado a la memoria de los editores Fernando T. Pérez y Herminio Monteiro y el otro a Ángel Campos Pámpano. De paso, se inauguró una exposición sobre la revista que es también un homenaje al que fuera cofundador (junto a Diego Doncel y a uno) y director de la misma hasta su muerte.
Lo de últimos me temo que va en serio. Vamos, que la intermitente revista en dos lenguas (como imaginó Pessoa) acaba con él. Me dicen que vendrá otra cosa, en la misma estela y con semejante espíritu, pero será distinta. No me parece mal.
Aunque el diario Hoy no se ha hecho eco (hasta ahora) de la noticia (lo dejará para Trazos), ayer publicó El Periódico Extremadura una reseña del acto, que en la edición de La Crónica de Badajoz firma Fernando León.
Espero a tener en mis manos los ejemplares para comentar, si hace al caso, sus contenidos. Doy por hecho que sin espontáneos.
Lo de últimos me temo que va en serio. Vamos, que la intermitente revista en dos lenguas (como imaginó Pessoa) acaba con él. Me dicen que vendrá otra cosa, en la misma estela y con semejante espíritu, pero será distinta. No me parece mal.
Aunque el diario Hoy no se ha hecho eco (hasta ahora) de la noticia (lo dejará para Trazos), ayer publicó El Periódico Extremadura una reseña del acto, que en la edición de La Crónica de Badajoz firma Fernando León.
Espero a tener en mis manos los ejemplares para comentar, si hace al caso, sus contenidos. Doy por hecho que sin espontáneos.
15.12.09
Los portugueses
“Contrariamente a la pueril fidelidad a una convicción, la fidelidad a un amigo es una virtud, tal vez la única, la última”, ha escrito Milan Kundera. Uno también lo cree así. Conocí a Ángel Campos Pámpano muy a principios de los ochenta, en un momento decisivo para ambos: cuando empezábamos a publicar nuestros primeros poemas. Primero lo leí. En la Muestra de Poesía Extremeña que publicó García Martín (otro lusista) en Jugar con fuego y en revistas salmantinas de las que fue artífice: Zurguén y El callejón del gato. Un poco más tarde, en Zafra (una ciudad capital para la poesía de nuestra generación), lo conocí en persona. Hasta su prematura, incomprensible muerte, nunca dejamos de tratarnos y de ser amigos. Por fortuna, emprendimos no pocas empresas juntos.
Aunque siempre admiré su poesía (desde aquel deslumbrante poemita, “Las palabras”, con el que ganó el premio Residencia de Cáceres en el 81) y nuestras lecturas fundamentales, sobre todo en esos primeros años, los que de verdad importan en la formación de un poeta, fueron casi las mismas (Valente, ante todo), por lo que más agradecido le estoy, más allá, ya se dijo, del lujo de su amistad, esa interminable conversación que ni su marcha ha interrumpido, es por sus traducciones del portugués, una lengua que amó como niño rayano, que aprendió como alumno de Filología en la Salamanca de su admirado Aníbal Núñez y que acabó interiorizando durante su, digamos, exilio dorado en Lisboa.
Porque estaba suscrito a la revista madrileña, descubrí al Campos traductor en Nueva Estafeta, donde apareció “Lluvia oblicua”, de Fernando Pessoa. Luego llegaron las Odas de Ricardo Reis (en la preciosa edición vallisoletana de Balneario escrito, de 1980 también) y El Marinero, tres obras de un poeta indisolublemente unido a él. Tradujo su poesía, a mi modesto entender, de forma excelente. Es una pena que no pudiera culminar (junto a un pequeño equipo y para Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg) la esperada edición de su poesía completa. Por el camino, eso sí, dejó un reguero de libros esenciales publicados con esmero por la valenciana Pre-Textos (que también publicó al Campos poeta) y luego por la citada editorial barcelonesa.
Ya advirtió tempranamente el recordado profesor Rozas que la poesía de uno le debía no poco a la del heterónimo más clásico de Pessoa, Ricardo Reis. Sólo por ese puñado de poemas de Reis (que luego amplió para la edición de Pre-Textos) ya hubiera bastado para reconocer mi permanente deuda literaria con Ángel. Pero la cosa fue a más. Y a mejor. Llegó, por ejemplo, la antología Los nombres del mar, que algunos disgustos le dio pero que tanto bien nos hizo a algunos lectores ávidos de conocer la poesía portuguesa contemporánea. Salió en 1985, un año después de que firmáramos juntos otra antología, ésta de poetas extremeños, Abierto al aire. Allí leímos poemas, inéditos para mí, de Sophia de Mello Breyner (de la que acabó editando para Círculo/Galaxia Nocturno mediodía. Antología poética (1944-2001), obra por la que le dieron el premio “Giovanni Pontiero”), Jorge de Sena, Carlos de Oliveira (del que tradujo Micropaisaje y cuya obra era objeto de su inconclusa tesis doctoral), José Bento, Fiama Hasse Pais Brandao, Joaquim Manuel Magalhães, Al Berto (del que tradujo Una existencia de papel), Nuno Júdice, etc.
No fue Ciclo del caballo, de Ramos Rosa, un libro fácil de digerir, a pesar del brillante ensayo que le dedicara Gonzalo Hidalgo Bayal. Mi deslumbramiento llegó –ya había llegado- con Eugénio de Andrade, un poeta solar, de la materia y del sur al que nunca he dejado de leer. Y de nuevo a Ángel le debo lo sustancial de ese acercamiento, que ha hecho posible que el autor de Todo el oro del día acabe pareciéndome un poeta de mi propia lengua. La alegría de Ángel cuando le concedieron el Premio Extremadura a la Creación fue inmensa y con él nos congratulamos sus agradecidos lectores.
Es cierto que Campos Pámpano no ha sido el único traductor del portugués (esa noble estirpe es numerosa); puede que ni siquiera el mejor, pero la afinidad personal y, más que nada, su forma de verter al español lo escrito originalmente en la lengua de Camõens, unido a mi particular manera de leer, han convertido los libros traducidos por él en referentes cardinales de mi educación poética. Lo que para uno no es poco.
A falta de otros reconocimientos merecidos, el acreditado premio “Eduardo Lourenço” llegó a tiempo de hacerle justicia.
Hay una anécdota que explica muy bien la relación literaria que mantuve con Ángel Campos Pámpano a lo largo de los años. En uno de los primeros inventos del genial Antonio Gómez, la colección Arco Iris, allá por 1986, Ángel publicó un cuadernillo titulado “Materia del olvido” y yo otro con el rótulo “Sombra de la memoria”. Sin haberlo previsto, habíamos tomado cada cual lo suyo de unos versos del poeta mexicano José Emilio Pacheco: "La poesía es la sombra de la memoria / pero será materia del olvido."
Aunque siempre admiré su poesía (desde aquel deslumbrante poemita, “Las palabras”, con el que ganó el premio Residencia de Cáceres en el 81) y nuestras lecturas fundamentales, sobre todo en esos primeros años, los que de verdad importan en la formación de un poeta, fueron casi las mismas (Valente, ante todo), por lo que más agradecido le estoy, más allá, ya se dijo, del lujo de su amistad, esa interminable conversación que ni su marcha ha interrumpido, es por sus traducciones del portugués, una lengua que amó como niño rayano, que aprendió como alumno de Filología en la Salamanca de su admirado Aníbal Núñez y que acabó interiorizando durante su, digamos, exilio dorado en Lisboa.
Porque estaba suscrito a la revista madrileña, descubrí al Campos traductor en Nueva Estafeta, donde apareció “Lluvia oblicua”, de Fernando Pessoa. Luego llegaron las Odas de Ricardo Reis (en la preciosa edición vallisoletana de Balneario escrito, de 1980 también) y El Marinero, tres obras de un poeta indisolublemente unido a él. Tradujo su poesía, a mi modesto entender, de forma excelente. Es una pena que no pudiera culminar (junto a un pequeño equipo y para Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg) la esperada edición de su poesía completa. Por el camino, eso sí, dejó un reguero de libros esenciales publicados con esmero por la valenciana Pre-Textos (que también publicó al Campos poeta) y luego por la citada editorial barcelonesa.
Ya advirtió tempranamente el recordado profesor Rozas que la poesía de uno le debía no poco a la del heterónimo más clásico de Pessoa, Ricardo Reis. Sólo por ese puñado de poemas de Reis (que luego amplió para la edición de Pre-Textos) ya hubiera bastado para reconocer mi permanente deuda literaria con Ángel. Pero la cosa fue a más. Y a mejor. Llegó, por ejemplo, la antología Los nombres del mar, que algunos disgustos le dio pero que tanto bien nos hizo a algunos lectores ávidos de conocer la poesía portuguesa contemporánea. Salió en 1985, un año después de que firmáramos juntos otra antología, ésta de poetas extremeños, Abierto al aire. Allí leímos poemas, inéditos para mí, de Sophia de Mello Breyner (de la que acabó editando para Círculo/Galaxia Nocturno mediodía. Antología poética (1944-2001), obra por la que le dieron el premio “Giovanni Pontiero”), Jorge de Sena, Carlos de Oliveira (del que tradujo Micropaisaje y cuya obra era objeto de su inconclusa tesis doctoral), José Bento, Fiama Hasse Pais Brandao, Joaquim Manuel Magalhães, Al Berto (del que tradujo Una existencia de papel), Nuno Júdice, etc.
No fue Ciclo del caballo, de Ramos Rosa, un libro fácil de digerir, a pesar del brillante ensayo que le dedicara Gonzalo Hidalgo Bayal. Mi deslumbramiento llegó –ya había llegado- con Eugénio de Andrade, un poeta solar, de la materia y del sur al que nunca he dejado de leer. Y de nuevo a Ángel le debo lo sustancial de ese acercamiento, que ha hecho posible que el autor de Todo el oro del día acabe pareciéndome un poeta de mi propia lengua. La alegría de Ángel cuando le concedieron el Premio Extremadura a la Creación fue inmensa y con él nos congratulamos sus agradecidos lectores.
Es cierto que Campos Pámpano no ha sido el único traductor del portugués (esa noble estirpe es numerosa); puede que ni siquiera el mejor, pero la afinidad personal y, más que nada, su forma de verter al español lo escrito originalmente en la lengua de Camõens, unido a mi particular manera de leer, han convertido los libros traducidos por él en referentes cardinales de mi educación poética. Lo que para uno no es poco.
A falta de otros reconocimientos merecidos, el acreditado premio “Eduardo Lourenço” llegó a tiempo de hacerle justicia.
Hay una anécdota que explica muy bien la relación literaria que mantuve con Ángel Campos Pámpano a lo largo de los años. En uno de los primeros inventos del genial Antonio Gómez, la colección Arco Iris, allá por 1986, Ángel publicó un cuadernillo titulado “Materia del olvido” y yo otro con el rótulo “Sombra de la memoria”. Sin haberlo previsto, habíamos tomado cada cual lo suyo de unos versos del poeta mexicano José Emilio Pacheco: "La poesía es la sombra de la memoria / pero será materia del olvido."
(Publicado en Alborayque, número 3, Badajoz, 2009)
14.12.09
Presentación
OLIFANTE EDICIONES DE POESÍA se complace en invitarle a la presentación del libro Avanti Poetas españoles de entresiglos XX-XXI. Edición de Pablo Luque Pinilla.
Intervendrán, además del editor literario, Ramón Miranda –Director General de Cultura del Gobierno de Aragón- y Antón Castro –escritor y crítico-. Con la colaboración de Geraldine Hill y Octavio Gómez Milián.
Viernes 18 de Diciembre de 2009 a las 19:00 horas en el Salón de Té del Teatro Principal (Plaza Sinués Urbiola, 2 ). Zaragoza.
Intervendrán, además del editor literario, Ramón Miranda –Director General de Cultura del Gobierno de Aragón- y Antón Castro –escritor y crítico-. Con la colaboración de Geraldine Hill y Octavio Gómez Milián.
Viernes 18 de Diciembre de 2009 a las 19:00 horas en el Salón de Té del Teatro Principal (Plaza Sinués Urbiola, 2 ). Zaragoza.
Un poema de Dana Gioia
AGOSTO EN LAS COLINAS
DE CALIFORNIA
Me puedo imaginar a alguien que encuentre
Insoportables estos campos
Y que al subir bajo el calor la cuesta
Maldiga el polvo y triture
Bajo sus pies la mala hierba y desee
Unos árboles más para dar sombra.
Alguien llegado de la costa atlántica que desdeñe
La pobreza de estos veranos, las formas
Secas y retorcidas del olmo negro,
Malezas, chaparrales, un paisaje
Que agosto ya ha drenado de cualquier verde.
Alguien que se apresure bajo los cardos,
Las amapolas y las colas de zorro,
A sabiendas de que todo es mala hierba;
Alguien incapaz de entender que estos árboles
Y algunos matorrales amarillos
También tuvieron vida.
Odiará el resplandor del mediodía
Cuando nada se mueve y no sopla el viento.
Sólo verá otra cosa viva: el halcón
En busca de su presa, suspendido
En el azul solar y cegador.
Sin embargo, para alguien
Crecido en un país escaso en lluvias,
Qué apacible parece la silueta
De una colina, interrumpida apenas
Por no más árboles
De los que uno puede contar,
Cielo vacío, deseo de agua y pasto.
Versión de José Emilio Pacheco
DE CALIFORNIA
Me puedo imaginar a alguien que encuentre
Insoportables estos campos
Y que al subir bajo el calor la cuesta
Maldiga el polvo y triture
Bajo sus pies la mala hierba y desee
Unos árboles más para dar sombra.
Alguien llegado de la costa atlántica que desdeñe
La pobreza de estos veranos, las formas
Secas y retorcidas del olmo negro,
Malezas, chaparrales, un paisaje
Que agosto ya ha drenado de cualquier verde.
Alguien que se apresure bajo los cardos,
Las amapolas y las colas de zorro,
A sabiendas de que todo es mala hierba;
Alguien incapaz de entender que estos árboles
Y algunos matorrales amarillos
También tuvieron vida.
Odiará el resplandor del mediodía
Cuando nada se mueve y no sopla el viento.
Sólo verá otra cosa viva: el halcón
En busca de su presa, suspendido
En el azul solar y cegador.
Sin embargo, para alguien
Crecido en un país escaso en lluvias,
Qué apacible parece la silueta
De una colina, interrumpida apenas
Por no más árboles
De los que uno puede contar,
Cielo vacío, deseo de agua y pasto.
Versión de José Emilio Pacheco
12.12.09
Más noticias de Á. C. P.
Se me olvidó comentar en la reciente entrada sobre Ángel que también la revista Cuadernos del Matemático ultima un número de homenaje al poeta; menos extremeño, sin duda. Lo recuerdo y añado que Miguel Ángel Lama me informa de que "el miércoles 16 de diciembre, a las 20:30 horas, en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo (MEIAC) de Badajoz, se presentarán los últimos números de Espacio/Espaço Escrito, con el dedicado a Ángel Campos Pámpano, y una exposición sobre él y su revista". Por lo demás, Emilio Torné (Calambur) me hace llegar la última obra de Ángel: la traducción de Entre dos memorias, de Carlos de Oliveira. Emociona volver a leer algo suyo. Suyo y de un poeta al que conoció tan bien.
Dos
No había leído ningún libro de Mark Strand hasta ahora. Sé que Pre-Textos publicó hace años Sólo una canción pero, como digo, no conozco aún ese libro. Ahora publica Visor Tormenta de uno y, la verdad, no me entusiasma. Sin embargo, he disfrutado mucho con Aquí, de Wislawa Szymborska. No es posible comparar libros y mundos tan distintos. Uno lee y... Sólo eso.
9.12.09
Actualidad de Pámpano
Así solía llamarle Gonzalo. El primer aniversario de la muerte de Ángel Campos coincide con varios acontecimientos. Así, el Aula de Literatura "José Antonio Gabriel y Galán" de Plasencia le ha rendido un doble homenaje: en la inauguración de las sesiones de este año, donde leía sus poemas -a propósito- su viejo amigo César Antonio Molina (que volvió a reconocer el voz alta que le ofreció en su día la dirección del Instituto Cervantes en Lisboa), y con la publicación de un cuadernillo extraordinario ilustrado con dibujos de otro amigo, Javier Fernández de Molina. Además de por lo obvio, se le recordaba porque ya estaba invitado a participar en el pasado curso del Aula y la fatal enfermedad se lo impidió.
También la veterana revista Alcántara (Diputación de Cáceres) le rinde homenaje en un particular y desigual cuadernillo (anexo al número 69) que incluye colaboraciones firmadas por personas que le conocieron pero donde no falta la presencia del inevitable espontáneo.
Para terminar -y a la espera del número que le va a dedicar la revista que fundó, Espacio/Espaço escrito- otra, Alborayque (Biblioteca Regional de Extremadura), publica junto a su número tres una separata con el título Ángel Campos Pámpano. 1957-2008. Al exquisito cuidado de Luis Costillo (ilustrado con bien elegidas fotografías y dibujos) y coordinado por el director de la citada Biblioteca, Justo Vila, se agrupan allí más de cincuenta colaboraciones, donde tampoco falta, qué habilidad, la de un intruso de Alcántara. Todos son extremeños (de nacencia o de adopción), algo que casa mal, por cierto, con el cosmopolitismo del de San Vicente. Simón Viola los enumera en su blog: Pedro Almoril, Isabel Barceló, Mercedes Barrado, Joaquín Beltrán, José Luis Bernal, Pureza Canelo, Daniel Casado, Moisés Cayetano, Juan Copete, Luis Costillo, José Juan Cuño, Inma Chacón, José Manuel Díez, Santos Domínguez, Javier Fernández de Molina, María José Flores, Pilar Galán, Enrique García Fuentes, Antonio Gómez, Francisco López, Manuel Martínez Mediero, Paloma Morcillo, Elías Moro, Gonzalo Hidalgo Bayal, José María Lama, Miguel Ángel Lama, Luis Landero, Fernando León, Ceferino López, Francisco Muñoz Ramírez, Agustín Muñoz Sanz, Miguel Murillo, Antonio Pacheco, Luis Pastor, Manuel Pecellín, Serafín Portillo, Leandro Pozas, Juan C. Rodríguez Ibarra, Antonio Sáez Delgado, Luis Sáez Delgado, Ada Salas, Basilio Sánchez, Irene Sánchez Carrón, José M. Sánchez Paulette, José Miguel Santiago Castelo, Álvaro Valverde, Juana Vázquez, Manuel Vicente González, María Rosa Vicente, José Viñals, Justo Vila, Simón Viola y José Antonio Zambrano. Abren el número el presidente de la Junta y la consejera del ramo. A uno -mea culpa- que durante años escribió textos que firmaban otros, le siguen estorbando estas forzadas apariciones institucionales (cansan, como trabajar para Pavese) pero... Por encima de esta minucia y de las naderías del estafador de turno y de los exabruptos de algún desahogado (al que se le siguen riendo las gracias), no cabe sino reconocer la dignidad de la entrega. Encontramos allí testimonios emocionantes, recuerdos imborrables y reflexiones oportunas. Todo gira alrededor del homenajeado, un hombre que amó la literatura, que brilla, como Ángel, por su presencia.
También la veterana revista Alcántara (Diputación de Cáceres) le rinde homenaje en un particular y desigual cuadernillo (anexo al número 69) que incluye colaboraciones firmadas por personas que le conocieron pero donde no falta la presencia del inevitable espontáneo.
Para terminar -y a la espera del número que le va a dedicar la revista que fundó, Espacio/Espaço escrito- otra, Alborayque (Biblioteca Regional de Extremadura), publica junto a su número tres una separata con el título Ángel Campos Pámpano. 1957-2008. Al exquisito cuidado de Luis Costillo (ilustrado con bien elegidas fotografías y dibujos) y coordinado por el director de la citada Biblioteca, Justo Vila, se agrupan allí más de cincuenta colaboraciones, donde tampoco falta, qué habilidad, la de un intruso de Alcántara. Todos son extremeños (de nacencia o de adopción), algo que casa mal, por cierto, con el cosmopolitismo del de San Vicente. Simón Viola los enumera en su blog: Pedro Almoril, Isabel Barceló, Mercedes Barrado, Joaquín Beltrán, José Luis Bernal, Pureza Canelo, Daniel Casado, Moisés Cayetano, Juan Copete, Luis Costillo, José Juan Cuño, Inma Chacón, José Manuel Díez, Santos Domínguez, Javier Fernández de Molina, María José Flores, Pilar Galán, Enrique García Fuentes, Antonio Gómez, Francisco López, Manuel Martínez Mediero, Paloma Morcillo, Elías Moro, Gonzalo Hidalgo Bayal, José María Lama, Miguel Ángel Lama, Luis Landero, Fernando León, Ceferino López, Francisco Muñoz Ramírez, Agustín Muñoz Sanz, Miguel Murillo, Antonio Pacheco, Luis Pastor, Manuel Pecellín, Serafín Portillo, Leandro Pozas, Juan C. Rodríguez Ibarra, Antonio Sáez Delgado, Luis Sáez Delgado, Ada Salas, Basilio Sánchez, Irene Sánchez Carrón, José M. Sánchez Paulette, José Miguel Santiago Castelo, Álvaro Valverde, Juana Vázquez, Manuel Vicente González, María Rosa Vicente, José Viñals, Justo Vila, Simón Viola y José Antonio Zambrano. Abren el número el presidente de la Junta y la consejera del ramo. A uno -mea culpa- que durante años escribió textos que firmaban otros, le siguen estorbando estas forzadas apariciones institucionales (cansan, como trabajar para Pavese) pero... Por encima de esta minucia y de las naderías del estafador de turno y de los exabruptos de algún desahogado (al que se le siguen riendo las gracias), no cabe sino reconocer la dignidad de la entrega. Encontramos allí testimonios emocionantes, recuerdos imborrables y reflexiones oportunas. Todo gira alrededor del homenajeado, un hombre que amó la literatura, que brilla, como Ángel, por su presencia.
8.12.09
Simic
Hay algo en el apellido de este poeta (ya) norteamericano que define bien su poesía. Tan seca como él, tan esencial y despojada. Tengo a medias la lectura de La voz a las tres de la madrugada, una antología de sus poemas (realizada por su autor) que ha traducido Martín López-Vega para DVD. Por suerte, de él ya habíamos leído El mundo no se acaba, en traducción de Mario Lucarda (también en DVD), y Desmontando el silencio, que vertió al español Jordi Doce (Ayuntamiento de Lucena). Da igual. La sorpresa, la perplejidad, el asombro no dejan de acompañarnos nunca al penetrar en el particular mundo de Simic. Tanto da que uno lea el poema por primera vez o que lo relea por enésima. Siempre parece nuevo. Sí, escribe, "Nada es lo que parece,/ nosotros menos que nada". Nos dice el traductor que al poeta neoyorquino de Belgrado le gusta recordar una cita de Horace Walpole: "el mundo es una comedia para quienes piensan y una tragedia para quienes sienten" y añade que "visto que nosotros hacemos ambas cosas, no puedo concebir una literatura que excluya ninguna de las dos". Sobre el infierno en que vivimos, y a falta de otros ulteriores, construimos nuestro paraíso. Así lo entiende M. L-V., que explica lo que leyendo a Simic nos parece inexplicable. Vuelvo, en fin, a las páginas de este libro que juzgo perenne, en mi personal "disputa con el infinito". Lápiz en mano me abro camino entre las palabras y los silencios del poeta errante.
7.12.09
Rizar el rizo
Nuestro más laureado escritor no deja de sorprender. Al menos a uno. Nadie como él para llevar a cabo este invento: el de la novela publicitaria. Eso sí, no contento con realizar (y cobrar, supongo) el encargo, presenta El sueño de la impostura (olé título) al premio Casino de Mieres y lo gana. ¡Este es mi José Antonio! A esto le llaman algunos aguzar el ingenio. Lean, lean: "Libros con jamón ibérico".
25 años
El largo puente de la Constitución y ninguna tarea urgente que llevar a cabo me han permitido perder más tiempo del debido con un extenso artículo sin firma (?) que publicó el diario Hoy en su suplemento cultural Trazos el pasado sábado. En "25 años, 25 libros", los críticos y profesores extremeños Miguel Ángel Lama, Simón Viola, Antonio Sáez, Enrique García Fuentes, Manuel Pecellín y Serafín Portillo seleccionan los veinticinco títulos más significativos del fondo de más de ochocientos títulos que la Editora Regional de Extremadura ha ido tirando a lo largo de sus veinticinco primeros años de vida. Uno, que pasó por allí, ve reconocida su breve labor con un puñado de títulos que sacó adelante con la inestimable ayuda del no menos escaso equipo de la Editora. No es poco.
5.12.09
Y tres
Otra entrevista, ésta de Szymborska con Javier Rodríguez Marcos, aparece en Babelia hoy. A uno, por cierto, le ha gustado mucho Aquí, el último libro de la poeta polaca.
Entre líneas
Una de las entrevistadas en el libro Rebeldía de Nobel (El Aleph), de los periodistas de La Vanguardia Xavi Ayén y Kim Manresa, es precisamente Wislawa Szymborska. En un momento de la conversación Ayén comenta que se ríe de las interpretaciones que hacen de sus poemas: "Por ejemplo, cuando en mi poema sobre el yeti dicen que se trata de Stalin, o cuando intentan analizar qué simboliza una piedra. ¡Nada! El yeti es el yeti, y la piedra es una piedra. Hay una costumbre excesiva de leer entre líneas, de buscar mensajes secretos. Mi poesía no esconde nada. El día que quiera criticar a los gemelos Kaczynski, los llamaré por su nombre, no los compararé con Rómulo y Remo".
4.12.09
3.12.09
2.12.09
Calaceite
Sigo leyendo Turia y sigo encontrando interesantes hallazgos. Ayer, por ejemplo, disfruté con la evocación del Calaceite de Ángel Crespo de la mano de Fernando Valls. Un pueblo y una casa, un paisaje y unos paseos. Además, libros, comidas, conversaciones (en la terraza o junto al fuego)... Y gente. Amigos y vecinos. Sobre todo, novelistas y pintores, profesores y poetas. Y al fondo, por si faltara algo, la felicidad de Ángel y Pilar. El paraíso en la Comarca de Matarraña, allá en Teruel.
1.12.09
Rey Loewe
Nos encontramos hace años en un palacio cordobés con José Luis Rey; leyendo poesía, claro. Ha ganado el último premio Loewe y, sin conocer aún el libro, apuesto a que vuelve a poner el exquisito galardón en su sitio. Esta entrevista de Nuria Azancot publicada en El Cultural da buena cuenta de quién es este poeta de Córdoba; una redundancia, por cierto, que empieza a ser antológica.
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