31.1.10

Letras

Nada más llegar a la Editora Regional, decidimos crear dos líneas literarias nuevas, con independencia de en qué colección se publicaran los libros de cada una. Así nacieron Letras Portuguesas y Letras Americanas. La primera, de hecho, ya había sido abierta en la etapa de Fernando Pérez, cuando apareció Te me moriste, de J L. Peixoto. Propuse a Antonio Sáez que nos asesorara en la empresa y, de paso, se encargara de traducir los libros que fueran saliendo. Y así fue: Ruy Ventura (poesía), Jose Gil, A. Cândido Franco (ensayo) y ahora Fernando Pinto do Amaral (Lisboa, 1960) del que el mencionado profesor de Évora edita la antología Exactamente mi vida (1990-2007), de la que destaca, en primer lugar, el diseño de Julián Rodríguez, que dio desde el principio a la colección Poesía su sobrio tono inconfundible. Tan inconfundible, resalta Antonio Sáez, como la voz de este melancólico poeta portugués (¿una redundancia?) casi desconocido hasta hoy en España. Sería demasiado sencillo decir que la suya es poesía de la experiencia, más que nada por las tergiversaciones a que el dichoso término ha sido sometido aquí. Lo es. Palabras "gastadas" (dos veces toma el poeta palabras prestadas de Gil de Biedma), tono conversacional y narrativo, vida a raudales y meditaciones cotidianas marcan el territorio poético de Pinto do Amaral. Si tuviera que elegir algunos poemas, señalaría "A causa de un ave", "Zeitgeist" (los dos traducidos por J. Munárriz en la antología Portugal: la mirada cercana), "Doce de mayo de 1995", "Al releer la poesía reunida" o "Alentejo". No le cansa a uno leer esta poesía de apariencia natural y amable donde late, sin embargo, la desazón y la hondura de cualquier existencia.  
Para la aventura de Letras Americanas, nuestro cómplice fue Antonio María Flórez, que aunaba dos condiciones nada desdeñables: nació en Extremadura (ejerce de extremeño) y es colombiano. Además, es un poeta excelente y un magnífico conocedor de la literatura iberoamericana (también residió en Brasil). Esta línea fue inaugurada con un libro  Luis Eduardo Rivera y luego llegó otro de cuentos de Jaime Echeverri, el último hasta el presente de La Gaveta. A éste, según nuestros (fallidos) planes, le debían seguir los de Adalberto Agudelo y Orlando Mejía. Me cuentan que para evitar indeseables retrasos (no hace falta decir que la Editora subsiste con partidas presupuestarias ridículas), se optó por un libro único que reuniera una muestra significativa de la literatura colombiana actual y a los nombres citados se unieron los de Octavio Escobar y Triunfo Arciniegas  así como el de una mujer: Andrea Cote. Ese libro se titula Transmutaciones (Plural/Antologías) y lleva un claro, documentado y certero prologo de Flórez que también ha escrito las notas sobre los autores. Allí, los relatos de Agudelo y Arciniegas, una novela breve de Escobar (de gira estos días por España), los ensayos (sobre Basho, Hölderlin y León de Greiff) de Mejía y, por fin, un puñado de poemas de Andrea Cote (hay más Cotes poetas en Colombia) que a uno, por cierto, le han impresionado vivamente.

30.1.10

Fernando Pérez en E/E

Ya se dijo que en el último número de Espacio/Espaço Escrito se le dedican unas merecidas páginas de homenaje a Fernando Pérez. Su hermana Celes -que mantiene su página web- glosa lo que dicen de él Francisco Rico, Ignacio Martínez de Pisón, Javier Cercas y Rafel Conte.

29.1.10

Llera y Diógenes

Me pasa a veces. Leo un libro y ni durante la lectura ni después soy capaz de articular un discurso, por mínimo que sea, sobre lo leído. Me acaba de pasar con El síndrome de Diógenes, de José Antonio Llera (Badajoz, 1971). Conocía su primer libro, Preludio a la inmersión (que publicó, con gran tino, Fernando Pérez en la Editora Regional, allá por el 99) y el segundo, El monólogo de Homero (que apareció en 2007, cuando estaba uno allí). Los dos me parecieron sorprendentes (en positivo, claro),  pero éste desborda aquellos límites, ya muy arriesgados y personales, y salta de nuevo al vacío pero desde mayor altura y con más sentido del riesgo, o eso me parece. Supongo que para ambiciones de esa categoría está hecha la poesía. La de verdad, la única que merece tal nombre.
No he dicho que lo ha editado Luces de Gálibo, una editorial que acaba de nacer (con tres libros, uno de ellos de otro extremeño, Antonio Gómez), ni que tiene una  destacable cubierta de una gran belleza tipográfica (como se puede apreciar).  
Lo dicho: sin palabras. Uno, que a los poemas de El síndrome de Diógenes no le faltan. Me arriesgo a decir que con este libro José Antonio Llera (que tiene, además, una carrera de investigador y estudioso de nuestra literatura nada desdeñable) se coloca en el grupo de cabeza de la poesía española más joven. Aunque eso importa menos, tiempo al tiempo.

Chozus

Sí, en eso estamos.

27.1.10

Noticia de Fermín Herrero

De la mano de la exquisita editorial Cálamo, cuya colección de poesía dirige César Augusto Ayuso (el palentino de la revista Milenrama), me llega De la letra menuda, lo último de Fermín Herrero (Ausejo de la Sierra, Soria, 1963). Cuanto he leído hasta ahora -édito o no- del soriano me parece admirable y esta nueva entrega sigue, según creo, en la misma estela de lo anterior, publicado casi todo en Hiperión, lo que dice bastante de la calidad de su poesía. Digo en la misma estela y al hacerlo caigo en la cuenta de la unidad de sentido de cuanto este hombre ha escrito y qué personal es su mundo sin que por ello sea difícil habitar en él. Uno es de los que piensan que el paisaje que nos rodea determina nuestra forma de ser y, llegado el caso, la de decir. De la contemplación del páramo castellano, de su desnuda serenidad y sus inconmensurables silencios, le salen a Herrero unos versos claros como los cielos invernizos y cortantes como las heladas de sus altas tierras. Lacónicos, como palabra de castellano viejo, los títulos de las partes del libro brillan por su elocuencia: Lugar, Nieve, Lumbre, Ceniza, Mar y Hora. Nada sobra aquí. Tampoco nada falta. Parafraseando al poeta, "lo que parece simple" tiene "mucha letra menuda". La melancolía por un mundo que desaparece no hace sino resucitarlo delante de nuestros ojos. Una mirada perpleja atraviesa el tiempo y nos lleva de nuevo, y sin remedio, al origen. 
Para que uno disfrute aún más, coincide la lectura de este libro con la preciosa edición de su poema "Encina en junio", editado por José Luis Puerto en sus Entregas de Invierno, al que acompaña un sugerente dibujo de Iris Lázaro.  Contra lo que uno siente, su verso final dice: "Qué pena, hasta lo más hermoso cansa".

Guadalupe extremeña

Como dice José Julián Barriga, "Unos lo hacen por sentimentalismo, otros por razones religiosas, culturales, cívicas. Otros, incluso, por motivos políticos. Lo importante, es colaborar a reparar un agravio histórico con Extremadura". El que Guadalupe siga perteneciendo a la diócesis de Toledo y no a la provincia eclesiástica de Extremadura. Aquí se puede leer largo y tendido al respecto y firmar, de paso, un manifiesto de apoyo a esta ya vieja reivindicación extremeña.

El blog de Elías

Elías Moro inaugura blog: El juego de la taba, que es un título muy suyo. Con la buena nueva llega esta reflexión: Como decía Julio Cortázar, "Pronto cumpliré 51 años (él decía 50, pero no vamos a empezar mintiendo con la edad). Será hora de que empiece a dedicarme a algo serio". Que dure, amigo.

26.1.10

El Prado y Extremadura

Chema Corrales publica en El Periódico Extremadura un artículo con ese título ahora que el Gobierno de España rinde tributo a los "salvadores" del Museo del Prado durante la Guerra Civil, entre los que se encontraba el pintor Timoteo Pérez Rubio, marido de la escritora Rosa Chacel.

23.1.10

Simón Viola en Kafka

El crítico Simón Viola publica en la revista Kafka (número 07, 2010) un artículo sobre los cuatro libros que he publicado en esta década. Agradecido, y muy honrado. 
Por suerte, el número trae mucho más. Una conversación de Javier Cercas  y Álex Chico, apuntes literarios de Segundo Tercero, un relato de Rodríguez Criado, poemas...

Basilio Sánchez y Portugal

El poeta Basilio Sánchez habla de Portugal en Raya de papel.

21.1.10

El tiempo, Kopland y Sibila

Llega el número 31 de Sibila y uno, que agradece siempre su llegada, no puede por menos que pensar en el tiempo que ha pasado, ay, desde que estuvimos en la Residencia de Estudiantes con motivo de la presentación de su primer número y en los largos años de amistad (a distancia) con Juan Carlos Marset, su director (junto a Patricia Ehrle), a quien conocimos Y. y yo en un sitio tan raro (para nosotros, cosmopolitas de secano) como la inolvidable ciudad de Nápoles.
De lo mucho y bueno que trae la revista sevillana me quedo con el descubrimiento del poeta holandés Rutger Kopland. Nos lo presenta, por extenso, Freddy Vandevenne y traduce un puñado de poemas suyos Fernando García de la Banda.
De lo rastreado en internet, apenas unos versos y una breve noticia. En una antología de Liberación (2002) que luego aparece en un blog mexicano de 2005.
En la Wikipedia neerlandesa existe Kopland, seudónimo de Rudi van den Hoofdakker (1934), un poeta de sobra conocido en ese norte literario, pero se entiende mal lo que allí se dice. 
Al parecer, los nóbeles Heaney y Cootzee "se han expresado de forma muy elogiosa sobre su poesía".
Lo mejor, sin duda, acercarse a las hermosas páginas de Sibila, acariciar su magnífico papel amalfitano, y leer con calma esos poemas. En ello andaba. A ello vuelvo.

19.1.10

Los "heditores"

Luisgé Martín publica en El País un sugerente artículo sobre la nueva edición digital. Para pensar, ya digo.

Vuelve Josemari Lama

A su blog, Las piedras en el río, que había abandonado por culpa de las redes sociales. Uno, que no las frecuenta, lo prefiere aquí. La primera entrada de la nueva temporada promete. Que dure.

18.1.10

El AVE y nuestra apatía

El que fuera director del diario Hoy, Teresiano Rodríguez Núñez, reflexiona en su antiguo periódico, con la sensatez que siempre le ha caracterizado, sobre la no llegada del AVE a Extremadura en 2010. Sobre eso y algo más. Muy oportuno.

17.1.10

De Jesús García Calderón

Tengo delante el bonito retrato de Jesús García Calderón que se despliega a todo color en la portada de la revista literaria Ánfora Nova (Rute, Córdoba). Su número doble 79-80 (2009), titulado "La lúcida voz de la memoria", está dedicado al poeta, ensayista, narrador y fiscal que nació, por cierto, en Badajoz (dos días después que uno) allá por el 59 del siglo pasado. Me llena de alegría y de orgullo que, a pesar de su edad, alguien -una revista andaluza con solera- haya tenido la feliz idea de celebrar una más que consistente trayectoria literaria y jurídica. No era de esperar que ese detalle se tuviera para con él en su tierra y esto, que puede parecer una nimiedad, me entristece. No hace falta recordar la gastada frase bíblica, y menos tratándose de Extremadura. Yendo a lo que de verdad importa, la flamante realidad de estas páginas, no deja de sorprender que se abran con las colaboraciones -más sentidas que protocolarias- del Presidente de la Junta de Andalucía, la Consejera de Justicia y Administración Pública de esa Comunidad Autónoma y el Defensor del Pueblo Andaluz a las que le sigue otra de Federico Mayor Zaragoza, ex Director General de la Unesco y también poeta. 
Fotografías de JGC acompañan la bio-bibliografía, "La mirada sincera" (redactada por él), que precede a una nutrida antología de poemas inéditos (de algunos, se muestran los manuscritos; escritos con su preciosa caligrafía, ésa que tanto echamos de menos sus amigos desde que el e-mail sustituyó a la carta) y publicados, a los que se suma un relato inédito, "Cruel Cigalpa", y un extenso ensayo: "Jarrapellejos o la vieja denuncia del drama social". Cierra el lujoso número, ilustrado con dibujos y cuadros de otros tantos amigos, un dossier de homenajes (propiamente dicho) que se abre con textos de Fernando Arrabal y Antonio Carvajal y tenemos el honor de cerrar dos de los tres paisanos convocados: Elías Moro y uno (el otro es B. V. Carande, a título póstumo). Copio a continuación el poema que escribí en Plasencia el pasado mes de julio para celebrar nuestra ya larga amistad que tiene como más reseñable que a uno le diera tiempo a editar una antología de su obra, La soledad partida, en la Editora Regional. Una obra, añado, que tanto admiro. 

DE SOLEDADES

Estás en Lugo, una tarde
templada, inusual del Norte
donde seguí a tu lado
por las calles del centro
la sombra de una sombra
de Pimentel. Y estás
en otra, tórrida, en Badajoz,
escondido en un pub
de elegante aire inglés
donde bien pudo Larkin
conversar con nosotros
de poesía, ese vicio.
Y en tu ciudad de nuevo,
otra vez con calor,
te recuerdo entre risas
haciendo variaciones
-Carvajal de testigo-
sobre el único tema
que a los dos, solitarios,
de verdad nos incumbe.
Un asunto, preciso,
que salva las distancias
que siempre nos separan.
Una distancia, añado,
imaginaria, no real.
Porque a la postre, amigo,
de verso a verso,
lo que transcurre es sólo
una delgada línea blanca
que más que a los silencios
se debe a esas palabras
que, unas detrás de otras,
nos decimos. 

Reseña de "Avanti"

El maestro Pecellín, que diría Quique, se ocupa de Avanti en Trazos (y publica la reseña en su blog). Aunque a uno le conoce bien, y de antiguo, no repara en la errata y me hace nacer en 1957, como Ángel Campos, que era dos años mayor que yo. Pecata minuta.

16.1.10

JJBB

No es la primera vez que traemos a este blog el enlace -uno es respetuoso con la propiedad intelectual ajena- con alguna entrevista de Juan Domingo Fernández, de su serie "Zona de paso". Hoy publica una con el periodista José Julián Barriga Bravo. Excelente, aquí.

14.1.10

Veranos y sombras

Por el blog de Jordi Doce me entero de que anda metido en un nuevo libro del que adelanta unas páginas (estupendas) la revista La sombra del membrillo, que se aloja, a su vez, en la web La sombra (de lo que fuimos). Hoy todo son descubrimientos. Para bien. Como el brillo del sol, que ya echaba uno de menos.

13.1.10

Un amigo

Encuentro entre las páginas de Vidario estas hermosas palabras de Pedro Zarraluki: "No hay nada más misterioso que un amigo".

12.1.10

Y otra (de las que merecen la pena)

El profesor y crítico literario Fernando Valls publica en su blog una lista denominada "La narrativa española en el 2009" donde no sólo él elige las obras que considera más significativas sino que invita a otros críticos a hacer lo mismo. Cada uno propone cinco libros.

11.1.10

Un poema de Tomás Segovia

CALLADAMENTE

Como la historia misma
Sé bien a qué he sobrevivido
Pero a mí en cambio sé
Que me espera una hora dulce y grave
Se trata de ser digno de vivirla
De conocer mi gran fortuna
De saber que esa hora no era mía
No era de alguno que la mereciese
Sino de alguno que calladamente
A despecho de la historia la aceptase.

Este es el poema que ha enviado Tomás Segovia por Navidad. María Luisa Capella y él "desean  que sus amigos les hagan el favor de ser felices en 2010 a pesar de los presagios". Se intentará.

9.1.10

Antecedentes

Como ha ocurrido en otra ocasiones, también en Troppo vero Trapiello dedica palabras de elogio al novelista y editor Julián Rodríguez. De él dice en la página 416: "es fácil que haya leído treinta mil libros, o más, y se acuerda de todos y cada uno de ellos, dónde se editaron, cuándo, de qué iba el argumento, el nombre de los personajes. Esta anomalía un tanto gótica asusta un poco". Traigo aquí esta cita porque uno cree que si a alguien le cabe la gastada expresión de "animal literario" es precisamente a J. R., lo que demuestra de sobra con su última pirueta literaria: la de reunir en un solo volumen dos obras publicadas en 2000, los relatos de Mujeres, manzanas (La Gaveta, Editora Regional de Extremadura) y los poemas de Nevada (Renacimiento) y conseguir con ello dar a luz un nuevo libro que, ah paradoja, es el que concibió antes de que se publicaran por separado. Y uno, que leyó entoces los dos, no tiene más remedio que reconocer (mínimas podas y añadidos al margen) que Antecedentes (Mondadori) parece el último libro escrito por J. R. No deja de sorprenderme este autor tan personal y raro en el panorama patrio: muy centroeropeo para ser del sur de Europa, tan del este siendo del oeste. Hoy habla en el suplemento cultural de ABC de la actualidad tecnológica que nos (pre)ocupa. Uno se precia, en fin, de haberle arrancado algunas conversaciones que desmienten su fama de silencioso. 

8.1.10

Noticia de Pérez Walias

Aunque la meritoria Provincia (Diputación de Léon) hace mucho que no publica aquellos libros que nos deslumbraron en nuestra juventud (ahí leímos las primeras obras de Llamazares, Villena o César A. Molina y otras, no tanto, de Gil-Albert o Gamoneda), sigue siendo una digna colección provincial (y ese adjetivo no tiene para mí demérito alguno, al revés) que a buen seguro sigue editando libros dignos por más que a uno, alejado hace mucho de la actualidad poética, se le escapen. En Provincia publicó Descartes mentía José Antonio Gabriel y Galán y ahora Largueza del instante otro placentino, Javier Pérez Walias (1960), un poeta que ha publicado la mayor parte de sus libros en Málaga, en esas cuidadas ediciones tan tradicionales en la ciudad andaluza que, sin embargo, no siempre resulta sencillo encontrar. Por si acaso, el lector desavisado tiene a su disposición una antología de sus poemas en la Editora Regional de Extremadura.
Ha pasado mucho tiempo desde que los dos leímos, casi por primera vez, nuestros pinitos líricos en público. Fue en el Aula que Ángel Sánchez Pascual dirigía en otra Diputación, la de Cáceres. (¡Ay, qué habría sido de la pobre poesía sin estas instituciones!) No cabe duda es de que el último libro, por ahora, de Pérez Walias demuestra que se ha convertido seguramente en el poeta que entonces aspiraba a ser. No sé si es o no el más "maduro" de su autor, pero se trata de un libro digno del viejo prestigio de la colección donde se publica y, cómo no, de la poesía. Y esto es lo único que importa.

Abloguizaje

Ismael Rozalén abloguiza

7.1.10

Unos versos de Cadenas

"Demasiada adustez
para una sola vida.
Tal vez sea ese el modo
de alcanzar una existencia sosegada
en un mundo que zozobra".

En Letras Libres.

6.1.10

JMMJ

Con el cuidado cuadernillo de su lectura en el Centro Cultural Generación del 27 (serie "Palabras en la noche"), José María Micó me hace llegar cuatro bonitas láminas editadas por él con citas, en su parte posterior, de Ariosto, de Tasso, del propio Micó y de Leopardi, de Zibaldone. Dejo esta para el final porque es, para uno, la más emocionante: reproduce el autógrafo de "L'Infinito" (depositado en la Biblioteca Nacional de Nápoles). Dan ganas de enmarcarla y dejarla encima de esta mesa donde escribo.
Se agradecen estos espotáneos envíos que aúnan a la perfección, como quieren los tratadistas, fondo y forma.
Por si alguien aún no ha leído al poeta barcelonés, copio del cuadernillo el impresionante poema "Λ . Ω"

De todas las penumbras en que he estado,
ésta es la más profunda.
Por encima de mí duran los sueños.
Bajo el pulido envés de estas dos fechas
soy ruina de robadas esperanzas.
Lo que fui ya no es, y aquí os declaro
mi póstumo deseo: que esta muerte
a todos os parezca prematura.

Año nuevo, o no

Lo de pensar que el año nuevo trae una vida nueva siempre le ha parecido a uno una solemne tontería. Y mira que me tengo por iluso. 
Aquí seguimos, que no es poco, con las escasas alegrías de siempre (quizá porque las penas cunden más), con las mismas enfermedades (y que no se nos presenten otras, cualquier novedad en esto asusta), con tareas semejantes a las que dejamos (un decir) y, en fin, con parecido tono vital. 
Será por eso que, salvo por el ritual de las uvas, la noche que va del 31 de diciembre al 1 de enero la ve uno como tantas. Ni más ni menos.

5.1.10

Polémicas

Cuenta Trapiello en el ya citado (y lo que te rondaré...) Troppo vero, que en un apartado olivar extremeño, en medio de una zarza ardiendo debajo de un higuera, se le apareció Dios en forma de rústico paisano y le conminó a que fuera bueno. El propósito de enmienda le duró al de Las Viñas lo justo: hasta que tuvo que enfrentarse de nuevo con la dura realidad y, ya en ella, a quienes allí habitan dispuestos a hacernos la vida más complicada de lo que ya de por sí es. Unas páginas después de las que dedica a la edificante visión, cuenta un pleito literario -esta vez sin jueces de por medio- que tuvo lugar en 2002 con cierto poeta canario a propósito de un fragmento del diario de éste al que respondió aquél en las mismas páginas donde se publicó, el ABC Cultural. Uno, gracias a la magnífica hemeroteca del diario literario y monárquico, ha podido volver sobre esas prosas. Entonces no sabía, eso sí, que más adelante el mismo Trapiello reproduciría su artículo de réplica.

4.1.10

Noticia de Juan Manuel Roca

Ya he contado en alguna parte -tal vez aquí- que conocí  por extenso la poesía del colombiano Juan Manuel Roca gracias a la antología Los cinco entierros de Pessoa, que publicó Igitur en 2001. He aprovechado la primera mañana del nuevo año, mientras en casa todos dormían y de fondo sonaban los tópicos valses vieneses, para leer Biblia de Pobres ("Biblia Pauperum"), premio Casa de América de Poesía Americana (¡uf!), editorial Visor. Me ha confirmado las buenas sensaciones que tuve cuando lo leí por primera vez y cuantas otras veces me he encontrado con versos suyos por el camino. Me quedo con tres de "La lucha sin el ángel": "Soy dos./ El que quiere partir/ Y el que se queda". 
Roca ha escrito que "La poesía es un sueño provocado". Tal vez por eso, puedo confirmar que, como "cada palabra, mister Eliot", uno ha encontrado "asilo en tierras de nadie".

3.1.10

Comisión de Modernización del Lenguaje Jurídico

En el último Consejo de Ministros de 2009 se aprobó un acuerdo por el que se crea la Comisión de Modernización del Lenguaje Jurídico, que en el plazo de doce meses deberá elaborar y presentar al Ministro de Justicia un informe que analice la situación actual del lenguaje empleado por los profesionales del Derecho y recomiende las acciones que considere necesarias para que el lenguaje jurídico sea más comprensible para la ciudadanía. Entre los ocho expertos designados está el extremeño Jesús García Calderón, poeta y Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. La Comisión está presidida por el Secretario de Estado de Justicia, Juan Carlos Campo. El vicepresidente será Víctor García de la Concha, director de la Real Academia Española.

Listas, listas...

Una de las más peregrinas es la que publica por estas fechas El Mundo. La de "Los españoles más poderosos del año 2010". La ojeo por aquello de que llueve y es domingo y, ya decía, la cosa al fin y al cabo es divertida. ¿Conclusiones? Que entre los 500 elegidos no está Fernández Vara (salvo en la listilla dedicada a Extremadura, claro). ¡Qué tiempos aquellos de Ibarra! Extremeños, en ese grupo, sólo veo al catalán Corbacho. Y a mi querido Alberto Oliart. Me extraña mucho que no figure Belén Esteban. ¿Esta mujer no es influyente? ¿No tiene poder? Ah, en la lista de Castilla y León aparece Miguel Delives (sic). Menos mal.

1.1.10

El Cultural y lo mejor de 2009

Sí, ayer le tocó al suplemento del diario El Mundo. En Ficción, entre las diez elegidas, El espíritu áspero. De ella se dice: Autor casi secreto, pero ya imprescindible, Hidalgo Bayal va confirmando, libro a libro, un talento y un talante a prueba de modas y artificios. Nada mejor, para descubrirlo, que este Espíritu áspero que retrata medio siglo de historia española a través de los ojos desencantados y escépticos del viejo profesor don Gumersindo, que juega con el lenguaje en sus memorias, en un ejercicio de pirotecnia verbal de profundidad nada usual. Y es que, como destacó en su día Ricardo Senabre, “hay mucha sutileza en estas páginas, mucha hondura en la visión de ese pequeño mundo, definitivamente engrandecido por la literatura. Estamos ante una espléndida novela”.  
En otra parte, el mismo Senabre escribe: "En el extremo opuesto -en lo que sería un exquisito barrio residencial- hay que colocar una obra singularísima, representación de la literatura narrativa en estado puro: El espíritu áspero, de Gonzalo Hidalgo Bayal. Se trata de la obra más compleja del año, no por el hecho de contar una historia que abarca más de medio siglo de vida española, centrada en un puñado de tipos admirablemente construidos, sino por la riqueza de registros que el autor exhibe: juegos idiomáticos, bromas etimológicas, palíndromos, parodias del lenguaje filosófico, o del tratado lingüístico -que recuerdan las parodias cervantinas de diversos géneros- subrayan el hecho de que la literatura y lo que en ella nos atrae, conmueve o divierte, es siempre una construcción de naturaleza verbal. La enorme carga cultural que hay detrás de cada página pugna con una época en que se lleva lo light, la literatura cutánea y el pensamiento débil". Está todo dicho. O casi.