Carlos Alcorta publica en su blog una extensa y concienzuda reseña de Más allá, Tánger. Allí podemos leer: "Lo que realiza Álvaro Valverde es una vuelta de tuerca espectacular, un
ejercicio de duplicidad que le permite ser testigo y protagonista al
mismo tiempo de una experiencia que, aunque ajena, presenta como propia:
«Superpones/ a tu propia memoria/ la de otros./ Ellos sí la gozaron/ y
aún la sufren». El libro narra esta proceso, casi una transustanciación
de orden tanto material como espiritual, en poemas generalmente breves
en los que Valverde combina diferentes metros para alternar el ritmo en
busca de la efectividad narrativa, porque, a pesar de economizar en el
lenguaje, lo anecdótico sigue presente y de allí, de algo aparentemente
banal, es desde donde brota el tono reflexivo que predomina en este
libro."
El poeta y crítico cántabro concluye: "Con Más allá, Tánger, este libro de una melancolía controlada, plagado de imágenes casi de ensueño, simbólicas a la par que vívidas, el poeta parece saldar una cuenta pendiente con un pasado conflictivo que estaba latente en la memoria familiar, y la escritura, la poesía, con su énfasis y su pericia para penetrar en la conciencia del ser, nos parece una buena herramienta para equilibrar la cifras del debe y del haber, aunque, como decía Kierkegaard, «sólo proporciona una reconciliación imperfecta con la vida». Una reconciliación, al fin y al cabo, sin aspavientos retóricos, y quizá por eso, aún más honesta y necesaria." Gracias.
El poeta y crítico cántabro concluye: "Con Más allá, Tánger, este libro de una melancolía controlada, plagado de imágenes casi de ensueño, simbólicas a la par que vívidas, el poeta parece saldar una cuenta pendiente con un pasado conflictivo que estaba latente en la memoria familiar, y la escritura, la poesía, con su énfasis y su pericia para penetrar en la conciencia del ser, nos parece una buena herramienta para equilibrar la cifras del debe y del haber, aunque, como decía Kierkegaard, «sólo proporciona una reconciliación imperfecta con la vida». Una reconciliación, al fin y al cabo, sin aspavientos retóricos, y quizá por eso, aún más honesta y necesaria." Gracias.