3.2.16

Dos poemas de Umberto Saba


Saba en Trieste, 1953. Panorama

LA CABRA

Le he hablado a una cabra.
Estaba sola en el prado, y atada.
Saciada de hierba, mojada
por la lluvia, balaba.

Aquel monótono balido fraternizaba
con mi dolor. Y yo le respondí, primero
en broma, luego porque el dolor es eterno,
tiene una sola voz y no varía.
Esta voz la oía
gemir en una cabra solitaria.

En una cabra de rostro semita
oía quejarse todos los males,
todas las vidas.

(Traducción de Carlos Vitale)

PALABRAS

Palabras,
donde se reflejaba el alma del hombre
-desnuda y sorprendida- en los orígenes;
busco un ángulo en el mundo, un oasis
propicio en que lavaros con mi llanto
de la mentira que os ensucia. Juntos,
el cúmulo de recuerdos espantosos
se desharía como nieve al sol.

(Traducción de Jesús López Pacheco)