26.2.12

Entre plumas y veras

"A finales de 1987 Juan Guerra, era contratado para trabajar...". Así empezaba el último artículo de la mejor pluma del suroeste español. Es lo que tiene ser académico (de Argamasilla), que uno puede poner las comas donde le venga en gana, aunque sea a costa de separar el sujeto del predicado. ¿No, profesor Senabre? Por cierto, de un compañero de corporación, otra pluma famosa allende los cerros de Tentudía, vuelve a hablarse en los mentideros emeritenses para la dirección de la Editora. Un viejo rumor resucitado. Me cuentan que renunció hace tiempo a ese temprano ofrecimiento. Como rehusó ese otro -éste sí escritor-, que, al parecer, quería una dirección a distancia. Se ve que está costando. Casi un año lleva sin director/a la Editora. Lo preocupante, al fin y al cabo, es la manifiesta incapacidad de nuestros dirigentes culturales para abordar la tarea que tienen por delante. Ésta y las demás, que cada vez son menos. Qué triste desidia. Basta comprobar lo que está pasando con el Festival de Mérida, a punto de ser de nuevo privatizado. Suerte que la crisis sirve lo mismo para un roto que para un descosido. ¡Y eso que íbamos a estar en manos de "los mejores"! Este Monago...