26.3.09

Empalaos

La de los Empalaos es una popular fiesta religiosa de gran tradición que se celebra en el pueblo extremeño de Valverde de la Vera cada Jueves Santo desde hace siglos.
Empalaos se titula también el libro de Salvador Retana (Pedro Bernardo, Ávila, 1954) que publica la editorial La Rosa Blanca y que se presentará en Yuste el jueves 2 de abril. Será en la sede de la Fundación Academia Europea.
Se da cuenta en él de otro viaje, el que ha llevado a cabo el pintor abulense afincado en Jaraíz de La Vera en torno a esa vieja ceremonia. Un viaje que empezó en 1993 y todavía no ha terminado.
Este es un libro largamente esperado. Fruto de ese afán que ha de acompañar cualquier empresa que se quiera convincente. Por lo demás, si algo caracteriza a Retana es su obstinación artística y su razonada perseverancia.
Empalaos es, en fin, la consecuencia de un empeño personal que ha sobrevivido a la indiferencia. Que salga adelante sin ningún apoyo institucional demuestra dos cosas: que ya no es imprescindible en Extremadura -una tierra con cultura subvencionada-, y que Retana es un artista al margen, de verdad independiente.
Lo único que importa es que la obra ha resistido y que tiene la debida consistencia. Habla por sí misma. El paso del tiempo ha venido jugando a su favor y el reposo y la vuelta, una y otra vez, a los materiales que la componen, han conseguido dotarla de una dignidad a la altura de la aventura espiritual en la que se sustenta.
El libro, de 130 páginas, editado en Gráficas Romero de Jaraíz con papeles de alta calidad y refinadas técnicas de impresión, recoge grabados, fotografías y dibujos, técnicas artísticas que se han puesto a disposición de las distintas partes de esa fiesta: el ensogado, el vía crucis, etc. A pesar de su excelencia, su precio de venta al público es de tan sólo 29 euros.
Resulta especialmente curiosa la publicación de varias fotografías donde se ve al artista Volf Vostell dibujando a los penitentes.
Además del intenso trabajo de Salvador Retana, el volumen incluye un texto del artista vasco Antonio Oteiza y un extenso poema que uno escribió hace unos años tras visitar Valverde la inolvidable noche de un Jueves Santo.