24.4.20

El Día del Libro en el colegio

Ayer, Día del Libro, en nuestro colegio, ahora a distancia, lo celebramos con un par de acciones dignas de elogio. 
Por una parte, el "Momento Tal". A las 12 del mediodía, alumnos, familias y maestros salimos a los balcones o ventanas con un libro en la mano para leer ese momentino. Ya se pasará el oportuno documento gráfico, pues no pocos han enviado fotografías o vídeos de su performance
Por otra, el profesorado llevó a cabo una idea de Duchamp, plasmada en el fragmento de 2666 de Roberto Bolaño, correspondiente a la parte de Amalfitano, que propuso nuestra compañera Teresa Antúnez. Se muestran los tenderetes librescos en el montaje visual (elaborado por nuestro compañero Jesús Martín) que está más abajo.
Allí, el chileno escribía: "En la esquina, en una casucha de ladrillos, estaba la lavadora. Durante un rato se quedó quieto, respirando con la boca abierta, apoyado en el palo horizontal del tendedero. Después entró en la casucha como si le faltara el oxígeno y de una bolsa de plástico con el logotipo del supermercado al que iba con su hija a hacer la compra semanal extrajo tres pinzas para la ropa, que él se empecinaba en llamar “perritos”, y con ellas enganchó y colgó el libro de uno de los cordeles y luego volvió a entrar en su casa sintiéndose mucho más aliviado.
Esa noche, cuando volvió Rosa del cine, Amalfitano estaba viendo la televisión sentado en la sala y aprovechó para decirle que había colgado el libro de Dieste en el tendedero de ropa. Rosa lo miró como si no hubiera entendido nada. Quiero decir, dijo Amalfitano, que no lo he colgado porque previamente lo hubiera mojado con la manguera ni porque se me haya caído al agua, simplemente lo he colgado porque sí, para ver cómo resiste la intemperie, los embates de esta naturaleza desértica. Espero que no te estés volviendo loco, dijo Rosa. No, no te preocupes, dijo Amalfitano, poniendo cara de despreocupación, precisamente. Te lo aviso para que no lo descuelgues".