1.8.25

Desde este rincón: 20 años


Se me olvidó. Querría haber dicho algo sobre este blog el pasado día 2 de mayo, pero... Una fecha significativa, subrayó el alcalde Pizarro, tan amigo de las efemérides, aquí atrás. Al fin y al cabo ha cumplido 20 años. Como dijo aquél, "no es nada". Bueno, acaso exageraba. Y sí, seguimos siendo los mismos, o casi. Quiero decir que la voluntad de crear un espacio de reflexión por escrito, una suerte de diario de vida y de lecturas, tanto da, sigue intacta. Estos veinte años han dado para construir un archivo del que echo mano cada poco. Consultarlo se ha vuelto algo habitual en mí y, la verdad, no deja de sorprenderme lo que encuentro. Cuántas palabras. Y cuánta gente.
Ya ha permitido la publicación de dos libros: Porque olvido y Lecturas a poniente. Lo personal y lo literario, si ambas cosas pueden separarse, insisto. En la vida pobre que uno ha llevado y lleva, más bien no. Es el sino del poeta de provincias, supongo. 
Se refirió Octavio Paz a la perseverancia como uno de los nombres de la poesía. La IA deduce que fue, para él, "una actitud de resistencia ante el paso del tiempo y la transformación de la realidad, buscando siempre un sentido y un significado en la vida". Bien está. En esa tarea querría seguir uno. Poco importan las modas y bien sé que la de este tipo de bitácoras pasó hace tiempo. 
Solvitur ambulando sigue siendo el lema que tomé de un incansable viajero: Patrick «Paddy» Leigh Fermor, aunque la autoría de la frase se atribuya a Diógenes de Sinope, un griego. Sí, se resuelve caminado, que no deja de ser trasunto del machadiano "se hace camino al andar". Hasta que el cuerpo y la cabeza aguanten.