Va uno poco al cine. Como no bajo películas de internet, el cine que veo es gracias a la televisión. Novedades interesantes, pocas, pero algún que otro clásico se deja volver a ver de vez en cuando. Ayer, sin embargo, salimos a los minicines del pueblo para ver De dioses y hombres, del director francés Xavier Beauvois. Extrañados, eso sí, de que llegara aquí. No había querido leer la reseña de Carlos Boyero que publicó el viernes El País. La leo hoy y me alegro de coincidir con él. Buscaré otras opiniones de gente con criterio. Seguro que también positivas.
Poco puedo decir de la película (me cuesta lo de film). O mucho. Sólo sé que, cuando terminó, salí de la sala con la sensación de que habia visto cine. De verdad, del bueno, cine a secas y no esa cosa con la que uno se suele encontrar cuando dice haber visto una película. La historia es buena y está muy bien contada, pero el trabajo de los actores (¿actores?) es lo mejor. La banda musical también es excelente: música religiosa, claro, gregoriano bien cantado, con la misma naturalidad que el resto.
No me cabe la menor duda de que historias como ésta hacen más por la religión católica -estos monjes son cistercienses- que mil manifestaciones de Rouco y sus seguidores en Colón. Menos mal que existe otra iglesia, tan humana y verdadera como De dioses y hombres.
Poco puedo decir de la película (me cuesta lo de film). O mucho. Sólo sé que, cuando terminó, salí de la sala con la sensación de que habia visto cine. De verdad, del bueno, cine a secas y no esa cosa con la que uno se suele encontrar cuando dice haber visto una película. La historia es buena y está muy bien contada, pero el trabajo de los actores (¿actores?) es lo mejor. La banda musical también es excelente: música religiosa, claro, gregoriano bien cantado, con la misma naturalidad que el resto.
No me cabe la menor duda de que historias como ésta hacen más por la religión católica -estos monjes son cistercienses- que mil manifestaciones de Rouco y sus seguidores en Colón. Menos mal que existe otra iglesia, tan humana y verdadera como De dioses y hombres.