24.7.11

Una interpretación

Se me ocurrió en la autovía, viniendo de Madrid, en medio del atasco. Miré el secarral circundante y me acordé de Trapiello, que tantas veces ha pasado y pasa por esos andurriales (bonitos no son, al menos hasta Navalmoral, que es donde uno se desvía). Camino de su casa extremeña, o de vuelta. Seguro que esto ya lo ha pensado alguien, me dije. Con todo, añadí, puede que lo escriba. Por si acaso. Lo formularía así: del mismo modo que la poesía es para Andrés Trapiello el núcleo germinal de toda su obra literaria, porque su visión de la realidad (y de lo que no lo parece) es la de un poeta, su casa de Las Viñas, ese “oscuro rincón que piensa”, sería el centro, la médula, el corazón en forma de lagar, de su mundo vital, que no deja de ser sino la otra cara de aquél, el literario. Dicho queda.