14.1.16

Un poema griego

Desk in Fermor’s garden near Kardamyli, 2007. Rodolph de Salis
KARDAMILI

          A Dolores Payás

Igual que en Romiosyne, el poema de Ritsos,
el paisaje, sin agua, es duro como el silencio.
Bajo la cal del sol, únicamente luz.

Kardamili, donde vivió Mihalis,
al sur del Peloponeso,
un rincón alejado de las costas de Grecia,
es la mejor metáfora, el refugio ideal
para quien fue, ante todo, un perfecto viajero.

La casa se confunde con la tierra;
está en una terraza sobre el mar
y la rodean, con trazas de jardín,
las plantas aromáticas –salvia, romero-,
los míseros olivos, los enhiestos cipreses,
aquello que es capaz de brotar entre rocas.

Es el sitio al que llega el caminante,
en el que el nadador nunca se sacia.

A Patrick L. Fermor, conocido por Paddy,
reticente escritor atormentado,
bebedor que con todos conversaba,
incansable lector, héroe de Creta,
debió serle muy grato contemplar cada día
desde este paraje retirado del mundo.

Construyó este lugar como si fuera un sueño.

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NOTA: Este poema ha sido publicado en el número 12-13 de la revista griega Frear, dentro de una antología de una poesía española contemporánea de la que ya dimos noticia.