23.5.19

Un Max para "La ternura"

La ternura, de Alfredo Sanzol, consiguió el acreditado Premio Max de las Artes Escénicas al mejor espectáculo teatral del año. En origen, se trata de una producción del Teatro de la Ciudad y Teatro de La Abadía. Y de "una comedia muy trágica". Reconozco que el teatro no es lo mío, pero se ve de lejos que no estamos ante una obra más. 
"En La Ternura -leemos- se ve la influencia sobre todo de La Tempestad, y de Noche de Reyes, pero también de Como gustéis, de Mucho ruido y pocas nueces y del Sueño de una noche de verano".
La página del Teatro Infanta Isabel, donde ahora está en cartel, publica esta sinopsis: "La Ternura cuenta la historia de La Reina Esmeralda (Llum Barrera) y sus dos hijas princesas Salmón (Natalia Hernández) y Rubí (Eva Trancón) que viajan en la Armada Invencible obligadas por Felipe II a casarse en matrimonios de conveniencia con nobles ingleses una vez que se lograse con éxito la invasión de Inglaterra. La Reina Esmeralda odia a los hombres porque siempre han condicionado su vida y le han quitado la libertad, así que no está dispuesta a que sus hijas tenga el mismo destino que ella. Cuando la Armada pasa cerca de una isla que La Reina considera desierta crea una tempestad que hunde el barco en el que viajan. Su plan es quedarse a vivir en esa isla con sus hijas para no volver a ver un hombre en su vida. El problema es que eligen una isla en la que desde hace veinte años viven un leñador (Juan Antonio Lumbreras) con sus dos hijos Verdemar (Paco Déniz) y Azulcielo (Carlos Serrano) que huyeron allí para no volver a ver una mujer en su vida. En cuanto la reina y las dos princesas descubren que no están solas se visten de hombres para protegerse. Y aquí comienzan las aventuras, los líos, los enamoramientos, y las confusiones.
En lo personal, destacaría la presencia en el elenco de la actriz extremeña Eva Trancón, hermana, para más señas, de mi compañera de colegio Amelia, nuestra jefa de estudios. Varios compañeros han viajado a Madrid para asistir a la representación. Y han vuelto, claro, encantados. ¡Enhorabuena!