10.8.19

Cataño

Me ha sobrecogido la muerte por sorpresa del poeta canario José Carlos Cataño. Sólo lo conocía por carta. Por las antiguas de papel, sobre y sello y por los actuales mensajes electrónicos. Cruzamos varios el pasado mes de mayo. Por el envío de su nuevo libro, que me mandó de su parte Pre-Textos, y por la actualización de su blog. Cambiaba con frecuencia de dirección y me solía pedir, con suma educación, que modificara la misma en el enlace del suyo que mantenía en el mío, donde más de una vez se habló de él. El 1 de mayo escribió: "Querido Álvaro, Pre-Textos edita mi Obra reunida (1975-2007), mi carta de identidad poética, y me gustaría hacerte llegar un ejemplar. ¿Podrías darme tus señas? 
Por otra parte, he vuelto a cambiar de sitio mi cuaderno de notas. Ahora se encuentra en https://josecarloscatano.com/blog/ por si pudieras incluirlo o modificarlo en tu lista de blogs.
Y siempre alegrándome de tus nuevos libros en Tusquets.
Un abrazo". 
Y en uno de los últimos, de mayo también: "Cuando quise enviarte el libro lo hacía de poeta a poeta. Quiero decir, que te lo enviaba como poeta tú. Pero ahora caigo en que también eres crítico el El Cultural de El Mundo. Y no lo hacía con ese propósito. Antes que nada, para tu posible deleite". Así era. 
La primera impresión al ver su poesía reunida fue gratísima. La cubierta es preciosa. Ni tiempo me ha dado a leer el libro al completo. Es verdad que lo frecuenté desde muy joven. Al poeta y al diarista.
El crítico canario Jorge Rodríguez Padrón, con quien mantuve una intensa relación epistolar en los años ochenta y noventa, lo defendió siempre. Como a tantos otros paisanos de esa rica y variada tradición poética insular. 
De su compleja forma de ser me llegaban noticias, aunque conmigo siempre tuvo un trato exquisito. Lo que importan al fin y al cabo son sus libros y este es un buen momento para los balances. Por desgracia.