25.7.20

Noticia de Lanza del Vasto


En Porque olvido se recoge alguna referencia al pensador, poeta y pacifista Lanza del Vasto, nacido Giuseppe Giovanni Luigi Enrico Lanza di Trabia-Branciforte. Un francés de Sicilia, entre místico y activista. Un hombre espiritual, lúcido y coherente. Fundador de la Comunidad del Arca (que todavía existe y tiene seis sedes). En Magisterio realicé, gracias a una beca del Instituto Nacional de Asistencia y Promoción del Estudiante, dependiente del Ministerio de Educación y Ciencia, un trabajo sobre la educación en esa comunidad y, por extensión, sobre la educación pacifista (que practicó, entre otros, Tolstói en Iasnaia Poliana). Se titulaba «El proyecto educativo gandhiano: por una pedagogía de la no-violencia». El original que presenté a mi profesora de Didáctica, Remedios Sierra, se abría con un precioso retrato del autor de La cifra de las cosas (su poesía reunida) realizado a plumilla por mi tío José Antonio. Hace años que di por perdido mi ejemplar de ese modesto estudio del que debería haber una copia en mi antigua Escuela, ahora Facultad de Educación de la UEX. 
Ghandi, su maestro, al que fue a visitar Lanza a la India (un largo camino a pie que narra en su impresionante libro La peregrinación a las fuentes, publicado en Gallimard en 1943 y aquí por Sígueme y luego por Seix Barral muchos años después), decía que Ghandi le impuso el nombre de Shantidas (el servidor e la paz). 
Tuve la suerte de conocerlo y de pasar con él unos días en Puerto de Béjar, ya lo he contado alguna vez, en una finca de los Operarios (promotores de la citada editorial Sígueme), durante dos veranos seguidos. A finales de los setenta. La primera vez fui solo; la segunda, con Yolanda y mi hermano Fernando, que dio, por cierto, en sacerdote operario. Quince días de naturaleza, yoga, ayuno, canto (de inspiración populargregoriano, canciones que cantó como nadie su esposa Chanterelle), baile y alimentación vegetariana. Lo mejor, las charlas de Lanza, en un delicioso y sereno español afrancesado (con toques italianizantes). ¡Cuántas lecciones aprendidas! Y para toda la vida. La de la austeridad, pongo por caso. O la de la suprema elegancia de lo sencillo (en El Arca se confeccionaban su propia ropa, una suerte de hábito seglar, tejida con lino). Lanza solía repetirnos su lema: "Mantente erguido y sonríe". He intentado aplicarlo. Sobre todo en los peores momentos. Como ahora. 
Buscando una entrevista con Borges, he dado con esta joya. La que le hizo Soler Serrano para el mítico programa "A fondo". Esta es la grabación en dos partes: la primera y la segunda.

Nota: La fotografía de Lanza del Vasto está tomada en La Borie-Noble hacia 1975.