4.3.23

Eugenio Bueno


Gracias a este emocionante poema, con Avilés al fondo, que José Luis García Martín ha publicado en su muro de Facebook, me he enterado de la muerte de Eugenio Bueno. Ningún apellido mejor y más pertinente para este maestro extremeño que, como tantos, vivió y trabajó fuera de su tierra. Maestro y poeta, cabe añadir, aunque casi secreto. 
Le conocimos Yolanda y yo en los ochenta del siglo pasado y con él y con su mujer, Eugenia, conversamos algunas tardes tórridas de agosto en su precioso pueblo. Cuántas ilusiones entonces y cuántos sueños. Poéticos, sobre todo. Nos carteamos durante años. Luego, nos fuimos distanciando -la vida y sus afanes- y nos perdimos la pista. Nunca, sin embargo, he olvidado su bondad y esas charlas que evoco. Descanse en paz.