26.8.15

Fernando, 10 años

El Periódico Extremadura
No creo que uno hubiera podido aportar nada mejor al libro conmemorativo del primer encuentro placentino de Centrifugados, en el que me tocó moderar una mesa redonda sobre la edición de poesía en España, que este poema inédito que sólo ahora me he atrevido a concluir y publicar; dedicado al que fuera cabal director de la Editora Regional de Extremadura durante una década fructífera y, sobre todo, un amigo. Lo publico aquí hoy, el día en que se cumple el décimo aniversario de su muerte.

MANOS ALBAS, 7

En memoria de Fernando T. Pérez González, editor

No es sencillo sentarse cada día
en la butaca que ocupaste tú.
Sobre la mesa, la carpeta negra
donde anotabas los originales.

Levanto la cabeza. En la ventana,
la mirada se pierde en el vacío.
Veo el mundo pasar con la conciencia
de que todo claudica ante la muerte.

En la pared, el cuadro que elegiste
para rememorar otros recuerdos:
un paisaje extremeño de dehesas
que a su modo recrea el infinito.

Enfrente están los libros que editaste
con minuciosidad y con paciencia;
sobrios, sencillos, elegantes, limpios,
cargados de verdad y de belleza.

Pero me faltas tú, mi buen amigo,
y tu conversación, y tus silencios;
esa forma de estar que era también
tu manera de ser: el pensamiento.


Mérida, noviembre de 2005
Plasencia, marzo de 2015