23.11.15

Portugal

Alentejo
«La idea de una federación ibérica, formada por Portugal y España, es antigua, muy anterior incluso a la de la Unión Europea. Desaparecidas hoy las fronteras entre nuestros dos países, sólo quedan un puñado de abandonadas casamatas y dependencias aduaneras en ruinas. Cuando cruza uno la Raya de Portugal, los alcornocales, encinares y olivares que dejamos en Extremadura o en el Alentejo, según el sentido de la marcha, nos confirman que seguimos en un mismo país. ¿El mismo? No, desde luego. El suyo está formado por gentes discretas, silenciosas, generosas, pacientes, y, sí, melancólicas, pero joviales. Algo más pobres, pero mucho más nobles. Han llegado a un punto de refinamiento tal (no en vano están emparentados con Inglaterra y con Oriente) que han hecho suya la enseñanza de Bernardo Soares: “El entusiasmo es una ordinariez”. Lo saben desde hace siglos.»
Andrés Trapiello [Publicado en el Magazine de La Vanguardia el 1 de noviembre de 2015]