AZUFAIFO
Me conmueven los árboles.
Por lo
que son.
Por lo
que nos ofrecen:
sombra,
belleza, oxígeno…
Por su
forma
e
incluso por su nombre.
El
azufaifo, por ejemplo.
Donde
trabajo hay uno.
Plantado,
al parecer,
por un
maestro
que
viajó a Tierra Santa.
En
septiembre da frutos
oscuros
y muy dulces
que
encantan a los niños.
Será
humilde su aspecto,
pero su
nombre esplende.
Por
hermoso y exótico.
Dice
uno azufaifo
y su
boca se llena
de
sabores remotos,
de
lugares lejanos.
Nota. Este poema se ha publicado en la preciosa revista Piedra del Molino, de la que es director Jorge de Arco. En un número donde se incluye una antología de poetas de Valladolid, con versos, entre otros, de José Jiménez Lozano, Fermín Herrero, Esperanza Ortega, Miguel Casado, Javier Dámaso y Fernando del Val.
El dibujo que lo ilustra aquí es de Aurora Altisent.
El dibujo que lo ilustra aquí es de Aurora Altisent.