19.11.20

Cacereños y cacereñas en 'abril'

 


La revista literaria abril (mantengo la minúscula del rótulo) se fundó en 1991, tiene su sede en Luxemburgo, su periodicidad es semestral, se publica en español, se edita con elegancia y pulcritud y se imprime en Bélgica. Sus redactores son Miguel Candel, José Holguera, Paca Rimbau, José V. Solana y Mariate de la Torre. El número 60 (que se puede leer en Instagram), de octubre de 2020, está dedicado a Cáceres. A Cáceres provincia, cabe precisar. Está ilustrado con acierto por Malou Faber-Hilbert y la sugerente imagen de la portada es de José Holguera. 
El índice reúne a catorce escritores cacereños. Los poetas Javier Alcaíns, Pureza Canelo, Santos Domínguez, Carmen Hernández Zurbano, Emilia Oliva, Javier Rodríguez Marcos, Ada Salas, Irene Sánchez Carrón y Basilio Sánchez. Los narradores Javier Cercas, Pilar Galán, Gonzalo Hidalgo Bayal y Julián Rodríguez, al que está dedicado el número: "con las manos / con los ojos / con el corazón / con la memoria". (Uno, según costumbre y por razones alfabéticas, cierra el volumen.) 
El profesor Miguel Ángel Lama, que se ha referido a esta entrega en su blog, firma el prólogo y lo titula "Cáceres en Abril". Advierte desde el principio que esta mirada "tiene solo de localista el territorio en el que se fija", un "lugar de creación", ya que ese conjunto de nombres, "con sus textos, trasciende lo local para convertirse en un trozo de un panorama literario que ayuda al conocimiento de la historia actual de la literatura en español". Tiene razón el autor de El trabajo gustoso cuando afirma que la nómina es tal vez "exigua" y que podría armarse otro número de la revista con un elenco diferente y poco o nada cambiaría en lo que a la calidad respecta. Tras repasar las colaboraciones, agradece, en fin, "a quienes hace Abril", que le hayan permitido presentar a "este puñado predilecto de hijos e hijas predilectos de Cáceres".
No es mi intención comentar lo que cada cual publica en la revista. Sí diré que Bayal rescata sus poemas "guadalupenses" (de su poesía, precisamente, me he ocupado en el espléndido cartapacio que le va a dedicar el año próximo la revista Turia) y que Javier Rodríguez Marcos ejerce de narrador al rememorar, y de qué hermosa manera, las tres calles de su infancia cacereña. Lo mismo le ocurre a Hernández Zurbano que ya nos había demostrado de sobra sus dotes poéticas y que ahora nos sorprende con sus prosas, una suerte de diario viajero que ha titulado "Ya hemos estado allí", un título que me recuerda -no sé si es un guiño- el del último libro de poesía de mi amigo Jordi Doce. 
Algunos hemos optado por textos ya editados; así, Alcaíns y las sorprendentes Las adivinanzas del agua, Canelo y los inolvidables poemas de Oeste, Galán (que da "Una espiga dorada por el sol", de su libro Tecleo en vano), Sánchez Carrón (que añade a su recopilación el poema "Para que escriba yo", un homenaje a Ángel González que apareció en la revista Estación Poesía) y B. Sánchez, que no deja de sorprendernos. 
Otros han elegido inéditos. Ya he mencionado el caso de Javier Rodríguez Marcos. Me han encantado los poemas que adelanta Salas, más cálidos, digamos de lo habitual, que supongo de un libro futuro. Estaremos al tanto. Y otro tanto cabe decir de los que ofrecen Oliva (que no deja de arriesgar) y Domínguez (muy en línea con los que forman parte del libro que premiamos aquí atrás con el "Flor de jara" Siles, Irene, Basilio y yo).
Cercas, por su parte, explica con la gracia que le caracteriza, los orígenes de su planetaria novela Tierra alta.


Mención aparte merece Julián Rodríguez. Ya dije cuando murió que, por lo pronto, habría que editar el diario que fue publicando en Facebook. Aquí se recogen unas "Notas de viaje y lectura" que vuelven a ponernos delante de los ojos, a constatar fehacientemente, la calidad literaria y humana del autor de Nevada. Los párrafos dedicados a su viaje nietzscheano a Sils Maria son, por ejemplo, memorables.
Como cuenta Lama en su bitácora, estas últimas semanas se ha estado preparando en Badajoz una exposición sobre JR en el MEIAC. La impulsa la Editora Regional de Extremadura, por la que hizo tanto, y se titula Actos de fe / Acciones concretas (Julián Rodríguez, tipógrafo). El comisario es su socio y amigo -quién mejor- Juan Luis López Espada. Su hermano Javier ha estado también en ello, como los hermanos Sáez, Luis y Antonio, amigos de infancia de los Rodríguez (dos escritores cacereños, por cierto, que no figuran en la selección de abril). Estaba previsto que se inaugurara ayer, 18 de noviembre, y de hecho así fue, pero el acto no fue público por culpa de las medidas contra la covid impuestas por las autoridades en la ciudad fronteriza. Está abierta a quien quiera visitarla desde hoy (en el Panótico 2 del museo) y hasta el 12 de enero. 
Debajo hay imágenes de la muestra, por gentileza de Luis Sáez. Estoy deseando ver el catálogo, que ya está en camino.
Vuelvo al principio. Una humilde joya, ya se ve, la antología de abril, que uno no llegó a imaginar tan rigurosa y feliz. Enhorabuena a sus editores y mil gracias por haberme invitado a participar.