Según el tópico, todo termina. También la colección Voces sin tiempo, de la Fundación Ortega Muñoz, que se fundó, por decisión de Antonio Franco (el que fuera director del MEIAC de Badajoz) en 2010 y que uno ha tenido el honor de codirigir junto a Jordi Doce. Una aventura, tan extremeña como cosmopolita, que nos ha permitido publicar doce libros, bien acogidos por los lectores y la crítica, muito obrigado, y que se cierra con esta antología dedicada a los árboles en la que colaboran sesenta poetas españoles contemporáneos. Quisimos invitar sólo a autores vivos, pero el destino ha impedido que uno de ellos, por desgracia, pueda ver el libro: Andrés Sánchez Robayna.
Creemos que el contenido sorprenderá. La poesía verdadera nos asombra siempre.
Agradecemos, en fin, a la Fundación (a Clemente Lapuerta, su alma, a Granada Plaza, tan profesional y eficiente, y a su actual director artístico, Javier González de Durana) el patrocinio y la colaboración.
La bonita cubierta de esta muestra (que toma el título de un verso del poeta malagueño Álvaro García) no desentona con las del resto. Con la ayuda del detalle de un cuadro del pintor de San Vicente de Alcántara, es obra de Juan Luis López Espada, quien sustituyó a Julián Rodríguez en esas labores tipográficas cuando aquél murió.