La poesía de Álvaro Valverde ha estado
indisolublemente ligada, desde sus orígenes, a la idea de territorio, a
la noción de un lugar desde el que, como dice el propio poeta, “observar desde lejos
el resto del mundo”. “Donde quiera que vaya”, ha dicho también, “me
acompaña esa imagen fundacional que, por semejanza y por contraste,
actúa sobre el resto”. En este sentido, afirma Gonzalo Hidalgo Bayal leyendo a Álvaro Valverde,
“tanto da que el poeta esté en Nápoles, en Cadaqués, en Brujas, en
Madrid o en luminosas ciudades del sur: cada uno de esos lugares remite
inexorablemente al origen. Y no es sólo que todos los lugares sean a al
postre el mismo lugar o el único (“una ciudad es todas las ciudades”),
sino también que vaya el sujeto donde vaya no deja de ser el mismo
sujeto y no dejará de establecer conexiones (…) entre lo uno y lo otro y
certificar que ir y volver sí son la misma cosa”. Es como si, de algún
modo, al puzle que retrata el territorio identitario de Álvaro Valverde,
compuesto fundamentalmente por calles de nuestra ciudad, Plasencia, y
por paisajes de la Vera y el Valle, le faltasen piezas y el poeta
sintiese, por ello, la necesidad de buscarlas lejos, en otras regiones y
ciudades, siempre a través de la poesía.
Más allá, Tánger constituye un paso
adelante en esa indagación, en ese intento completar el mapa del
territorio personal en lugares ajenos -menos ajenos, como veremos, en el
caso de Tánger, de lo que pudiera parecer a simple vista-. Pero el paso adelante no es sólo geográfico. Es verdad que su anterior libro, Desde fuera, incluía una breve sección, Sur -de
la que, por cierto, surge el título de esta última entrega-, que
anticipaba, de algún modo, una marcada vocación meridional, como si el
poeta, a través de aquellos versos, se asomase un poco a Tánger desde
Cádiz, pero el paso adelante no es sólo el espacial, sino también
estilístico. El viaje poético de Álvaro Valverde ha venido suponiendo,
además, desde hace tiempo, el trayencto hacia una mayor sencillez
sintáctica, hacia una mayor claridad, hacia una mayor ligereza, hacia
una mayor concisión en muchos casos, y, en ese sentido, los poemas de Más allá, Tánger continúan la senda iniciada por esos poemas de Sur a los que hemos hecho referencia, pero también por los concisos textos de Imaginario, otra de las secciones de Desde fuera,
dando lugar, en este último poemario, a una colección de cincuenta
poemas tan claros y luminosos como la ciudad que pretende retratar.
Por lo demás, si atendemos al contenido, como señala el texto de la solapa, en Más allá, Tánger “se entrecruzan dos voces: la que podríamos llamar del narrador y la de una mujer, protagonista del relato.
(…) Más allá, Tánger surge de un viaje o, mejor, de dos que confluyen
en un mismo destino. El de la mujer que vuelve muchos años después a la
ciudad donde nació y el del hombre que la visita por primera vez”, y,
como decía Mayra Gómez Kemp, hasta aquí puedo leer.
Si quieres saber más, no pierdas el tiempo pinchando aquí, pues no te va a llevar a ninguna parte. Si quieres saber más, lee Más allá, Tánger,
de Álvaro Valverde, o ven a la presentación del libro, que tendrá lugar
el próximo 4 de noviembre, a las 20:00 horas, en la Sala Verdugo,
dentro de la programación del curso 2014/2015 del Aula de Literatura
“José Antonio Gabriel y Galán”. Allí te contaremos más.
Juan Ramón Santos. Con Ve de libros. PlanVe.