23.11.22

Del tiempo

Me mojaba menos cuando los días nublados con amenaza de lluvia me fiaba de mi instinto o de los vaticinios televisivos y no consultaba ni en el ordenador páginas web ni en el móvil varias aplicaciones acerca del pronóstico del tiempo. Ayer, sin ir más lejos, retrasé la hora habitual del paseo matutino para adaptarme a las dichosas predicciones. Todas coincidían -cosa rarísima que debió hacerme sospechar- en que no habría chubascos durante el resto de la mañana. A pesar de los buenos augurios, he vuelto hecho a casa una sopa. Ni paraguas ni ropa adecuada ni calzado gore-tex. Y encima hacía viento, lo que en Plasencia nunca es noticia. 
He maldecido a los meteorólogos o a quienes se ocupan de esas adivinanzas. Se parecen a los que se encargan de los horóscopos en las revistas. 
Tengo que pedir a mi amigo Jesús la app de "la nube". Esa no era tan mentirosa cuando de predecir si habría o no recreo se trataba. A ver que pasa hoy. Otra aventura.